En apenas ocho meses de gestión, Javier Milei ha acelerado la caída del trabajo registrado privado a un ritmo cinco veces mayor que durante el gobierno de Mauricio Macri. La industria y la construcción son los sectores más golpeados, mientras que el monotributo emerge como la única salida laboral en un contexto de precarización creciente. Los números hablan por sí mismos: más de 178 mil trabajadores privados han perdido sus empleos formales desde la llegada de Milei al poder.
Redacción EnOrsai // Jueves 17 de octubre de 2024 | 11:23
La llegada de Javier Milei al gobierno de Argentina ha dejado una profunda marca en el mercado laboral. Las promesas de crecimiento y empleo, esgrimidas con fervor por su campaña, se desmoronaron ante la realidad de una crisis económica sin precedentes. En lugar de soluciones estructurales, el gobierno ha optado por implementar reformas laborales que han desmantelado de manera acelerada el trabajo registrado en el país.
Los datos son contundentes. En el mes de julio de 2024, la caída del empleo privado registrado fue de 2,6% en comparación con el mismo mes del año anterior, lo que representa una pérdida de más de 26 mil empleos formales. Esta cifra es solo un indicio del desastre económico que atraviesa Argentina desde que Milei asumió el poder. En apenas ocho meses, 178 mil trabajadores privados perdieron sus empleos registrados, una velocidad de destrucción del empleo formal que no se había visto ni en los peores momentos del gobierno de Mauricio Macri.
La situación es aún más crítica en sectores como la construcción, que ha sido uno de los más golpeados por la gestión de Milei. En los ocho meses de su gobierno, más de 77 mil albañiles y obreros de la construcción quedaron sin trabajo, una cifra que duplica la pérdida de empleos en todo el mandato de Macri. El panorama en la construcción es desolador: los niveles de empleo en julio de 2024 son comparables a los de la pandemia, cuando la actividad se paralizó completamente.
En la industria, el industricidio avanza sin freno. Desde la asunción de Milei, casi 32 mil trabajadores industriales han perdido sus empleos, con una media de 3.900 despidos por mes. Esta destrucción supera incluso el ritmo de pérdidas durante los años más duros del macrismo, cuando la industria sufrió un fuerte retroceso. Con un modelo económico que prioriza la desregulación y la apertura del mercado, el gobierno ha dejado a la deriva a uno de los sectores productivos más importantes del país.
El impacto territorial de esta destrucción laboral también es significativo. La provincia de Buenos Aires encabeza la lista con más de 5 mil empleos perdidos solo en julio de 2024, una caída que refleja el deterioro generalizado en casi todas las provincias del país. Incluso en sectores como el comercio y la hotelería, que suelen mostrar una recuperación estacional durante el invierno, el repunte ha sido tan débil que no alcanza para compensar la caída de los meses anteriores.
Un punto crítico en esta debacle laboral es el creciente número de monotributistas. Desde que Milei asumió la presidencia, más de 160 mil personas se han visto obligadas a adoptar esta modalidad de trabajo precario. A diferencia de un empleo registrado formal, el monotributo no garantiza derechos laborales como vacaciones pagas, aguinaldo ni seguridad social, lo que ha generado un aumento de la precarización laboral en Argentina.
Durante el mandato de Mauricio Macri, 168 mil personas se convirtieron en monotributistas en cuatro años; sin embargo, Milei ha logrado casi igualar esa cifra en menos de un año de gobierno. Comparado con el gobierno de Fernández, la creación de monotributistas bajo Milei es un 50% más rápida. Este fenómeno evidencia que el empleo de calidad está siendo sustituido por trabajos precarios, sin ningún tipo de protección o estabilidad para los trabajadores.
La reforma laboral implementada por el gobierno de Milei ha sido uno de los principales factores detrás de esta crisis. Las modificaciones que permiten la contratación de monotributistas como "colaboradores" han facilitado la evasión de aportes patronales, dejando a miles de trabajadores en una situación de extrema vulnerabilidad. Además, la extensión del período de prueba para nuevos empleados y la reducción de los costos de despido han desincentivado la creación de empleos formales en un contexto económico ya de por sí desfavorable.
El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) advirtió que, si la tendencia actual persiste, el mercado laboral argentino podría entrar en una fase de depresión sin precedentes. En su informe de octubre de 2024, el CEPA subraya que la caída del empleo registrado privado responde a la implementación de un modelo económico liberal que prioriza la desregulación y la liberalización del mercado, en detrimento del sector productivo. Esta situación plantea graves riesgos para la estabilidad del empleo en Argentina, con un aumento alarmante de la precarización laboral y la pobreza.
Ante este panorama, es necesario cuestionar seriamente el modelo de país que Javier Milei está impulsando. Las cifras no mienten: en lugar de crear empleo, el gobierno está destruyendo las bases del trabajo de calidad en Argentina. La precarización y la pérdida de derechos laborales no son accidentes, sino el resultado directo de políticas que favorecen al capital sobre el bienestar de los trabajadores. La destrucción del empleo registrado en el país es la consecuencia inevitable de un modelo que, lejos de proteger a los sectores más vulnerables, los deja a su suerte en un mercado cada vez más competitivo y desigual.
Fuentes:
https://www.pausa.com.ar/2024/10/trabajo-privado-registrado-en-julio/
https://www.lv12.com.ar/empleo/empleo-registrado-julio-hubo-una-caida-8890-puestos-laborales-n167665