El contrabando de soja al exterior y la evasión fiscal son dos problemas que pueden tener consecuencias graves en la economía de un país.

En primer lugar, el contrabando de soja implica que una cantidad significativa de la cosecha no se registra oficialmente en el país de origen, lo que significa que se pierde la capacidad de contabilizarla en la producción nacional. Esto puede tener efectos negativos en la toma de decisiones económicas y en la planificación de políticas públicas, ya que se desconoce el verdadero alcance de la producción de soja.

Además, el contrabando de soja tiene un impacto negativo en los ingresos fiscales del país. Al no registrarse oficialmente la exportación de la soja, se evaden impuestos y se pierden ingresos que podrían haber sido utilizados para financiar proyectos importantes para el desarrollo del país, como infraestructura, salud, educación, entre otros.

EL NUEVO "MÉTODO" DE LOS AGROCONTRABANDISTAS

La Dirección General de Aduanas detectó una nueva forma de contrabando a través de cargamentos de “soja dañada”. Según informó la cartera que conduce Guillermo Michel, la presunta maniobra que utilizaban contrabandistas era para evitar la carta de porte electrónica que expide la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

Ahora la modalidad es evitar la carta de porte electrónica con una documentación de traslado donde se avala el traslado de “soja dañada.

La provincia de Misiones no produce, consume muy poco y tampoco emplea soja como materia prima, sin embargo, los datos relevados por las autoridades dan cuenta de que el volumen de granos con destino a la tierra colorada se ha incrementado de manera exponencial.

Lo que denominan el oro vegetal, soja argentina que transpone la frontera por pasos y puertos clandestinos al encuentro de un ciudadano brasilero que pagará la carga con dólares en efectivo, libre de impuestos y retenciones. Un negocio redondo sin dudas.

LAS CONSECUENCIAS DE LA EVASIÓN FISCAL

En cuanto a la evasión fiscal, esta práctica se refiere a la omisión o manipulación de la información contable o fiscal para pagar menos impuestos. La evasión fiscal también puede tener graves consecuencias en la economía del país.

En primer lugar, reduce los ingresos fiscales, lo que limita la capacidad del gobierno para financiar proyectos importantes, tales como salud, educación o seguridad.

Además, puede generar una competencia desleal entre empresas, ya que aquellas que evaden impuestos tienen una ventaja competitiva sobre aquellas que cumplen con sus obligaciones tributarias.

En resumen, el contrabando de soja al exterior y la evasión fiscal son prácticas ilegales que tienen graves consecuencias en la economía de un país. Ambas prácticas reducen los ingresos fiscales y afectan la capacidad del gobierno para financiar proyectos importantes para el desarrollo.

Además, pueden generar una competencia desleal y distorsionar los datos económicos, lo que puede afectar negativamente la toma de decisiones y la planificación de políticas públicas.

Es importante que los gobiernos tomen medidas para prevenir y combatir estas prácticas ilegales, aumentando el control real, promoviendo la transparencia y la legalidad en la producción y exportación de soja y en la declaración y pago de impuestos.