Argentina tiene un grave problema con la suba de precios, que este año podría superar otra vez el 50%. En febrero la inflación del 4%, mientras que los alimentos subieron 7%. Más allá de las razones locales, hay cuestiones estructurales mundiales que explican el fenómeno. El planeta tendrá este año la inflación más alta en los últimos 40 años.

La inflación en los Estados Unidos llegó en diciembre al 7% interanual, récord desde 1982. Hace tres años, la inflación era 1%. En Europa, la suba de precios alcanzó el 5,1% en enero, máximo desde que existen estadísticas armonizadas, en 1997. Se espera una inflación del 20% anual en los principales países europeos.

En Latinoamérica, la historia inflacionista es diferente, pero en todos los países están mostrando una dinámica de aumentos sostenidos, por el crecimiento en los precios de las commodities, primero por la pandemia y ahora por la guerra en Ucrania.

Entre las razones, los analistas internacionales hablan de una crisis “de oferta”, derivada de incrementos en los precios de la energía y cuellos de botella en la cadena de suministros globales, relacionado en gran medida con los cierres de actividades durante los períodos de confinamiento por la pandemia en muchos países y, posteriormente, con la recuperación de la economía. Ahora, a ese panorama se suma la guerra en Ucrania, que disparó el precio de los alimentos.