(Por Alejandra López Zavaleta) Este viernes 7 de mayo, a partir de las 18hs, familias con niños y niñas en edad escolar realizarán un “Bocinazo” frente a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad para exigirle al Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, que tome las medidas necesarias para cuidar la educación, la salud y la vida.

Las familias auto convocadas, organizadas por redes sociales, (se reúnen por zoom, debaten y deciden) invitan a compartir sus flyers para convocar al bocinazo a través de Whatsapp, sus redes personales o grupales y, a participar acompañando desde sus autos, respetando el protocolo vigente por el contexto de pandemia.

“Vayamos con banderas argentinas, carteles y pancartas bajo la consigna #SinVidaNoHayClases expresan en su comunicado.

Esta nueva convocatoria, se da en el marco de la decisión de la Corte Suprema de Justicia, ante la judicialización del Jefe de la Ciudad de no cumplir con el DNU dictado por el Presidente de la Nación Dr. Alberto Fernández, para suspender la presencialidad, junto a otras restricciones, hasta el día 21 de mayo.

Horacio Rodríguez Larreta, desobedeciendo el mismo, impuso junto a la Ministra de Educación Porteña, continuar con las clases presenciales, no dando lugar a las medidas de protección ciudadana y del sistema de salud, ante un posible colapso.

Aunque gran parte de la comunidad educativa dando plena vigencia al DNU, decidió No llevar a sus hijos e hijas a las escuelas, entendiendo que hacerlo, conlleva un gran riesgo de contagio debido al incremento en la contagiosidad por las bajas temperaturas, ya sea en los traslados cómo en la permanencia dentro de las aulas, siendo que en muchas escuelas no se puede garantizar la circulación cruzada pese a que la ministra de educación porteña asegura que “las escuelas no contagian”.

Esta decisión del jefe de gobierno porteño, de continuar con la presencialidad, también generó inconsistencia en la continuidad pedagógica ya que, obliga a la presencia de los docentes exponiéndolos al Covid y anulando la posibilidad de acompañar desde la virtualidad o de manera remota, porque deben impartir clase en el aula, a la mayoría de niños y niñas que no están asistiendo, por la decisión familiar de proteger la salud de sus hijas e hijos.