La dirigencia del PRO se vio obligada a suspender la reunión que tenía pautada ayer de manera presencial. Desde la presidencia de Patricia Bullrich se intentó mostrar la buena onda y las coincidencias de los dirigentes. Sin embargo, se tuvo que suspender para evitar una ruptura.

Por ese motivo, cuando se disponía a sanear esa interna se tuvo que suspender el encuentro cara a cara. Eso evidenció un nuevo fracaso de Bullrich en el juego interno para Macri.

Para tratar de esconder las graves diferencias en la conducción del partido, desde el PRO se excusaron por el fracaso del mitin por la sesión en la Cámara de diputados.

"Tenemos que resolver también muchos temas internos que no teníamos cuando éramos Gobierno, como las internas, la apertura del partido a otras fuerzas, y la llegada a las provincias", agregaron las fuentes.

Lo cierto es que el PRO está al borde de un quebré interno por las aspiraciones contrapuestas de sus principales dirigentes. Pese al alineamiento ideológico, Larreta y Vidal pretenden jubilar a Mauricio Macri por considerarlo el padre de la derrota en 2019.

Por su parte, el ex presidente considera que es el único con capacidad para definir el futuro de ese espacio como cualquier gerente empresario.