(Por Ricardo Guaglianone) El otro hecho, en el que haremos hincapié, es la carta que publicó en el diario La Nación criticando al actual gobierno de Alberto Fernández, que lleva 9 meses de mandato y de ellos 6 de pandemia.

Mauricio Macri publicó esta carta a mediados de septiembre, con un mensaje francamente destituyente contra el actual gobierno, que fue elegido con una clara mayoría para cambiar las políticas que sumergieron al país en un desastre económico muy grave.

Incluso la misiva tiene un tenor mafioso describiendo situaciones que no ocurren en el país: “Las autoridades del Poder Ejecutivo Nacional vienen desplegando medidas que consisten en el ataque sistemático y permanente a nuestra Constitución, violentan la Ley Fundamental que garantizar la protección de nuestros derechos básicos y libertades individuales”.

Estas expresiones falaces fueron la base y el fundamento para sacar del poder a presidentes con un alto grado de aceptación en la región. El caso más reciente fue Evo Morales en Bolivia, al que sacaron del poder mediante un golpe de estado con argumentos falsos sobre su persona y su gobierno.

Los argumentos de la carta de Macri, fueron multiplicados por los medios de comunicación afines masivamente y por dirigentes políticos y economistas opositores, que aparecen en esos medios para repetir una y otra vez lo mismo, con el objetivo de desgastar al gobierno.

Pero el ex presidente no está solo en esta iniciativa golpista. Otro personaje nefasto, Elisa Carrió, declaró en una entrevista en TN, que el gobierno actual estaba arrasando las instituciones y que además, estaba elaborando un auto golpe. Ante semejante estupidez, el periodista Morales Sola, no le pregunto nada acerca de tamaño disparate.

Esta serie de posturas antidemocráticas, para no dejar gobernar al presidente Fernández, es porque está cambiando, aún en medio de la pandemia, la matriz perversa de destrucción del país, que Macri no pudo concretar en su totalidad.

Macri y sus amigos

Para desentrañar la ideología que profesa Macri se puede tomar como referencia los contactos que hizo en el exterior, luego de perder la presidencia.

Por un lado visitó a Horacio Cartes, ex presidente de Paraguay, denunciado por estafas al Banco de Paraguay por 35 millones de dólares, vinculado al narcotráfico, después de que la Dirección de Aeronáutica Civil incautó 343 kilos de marihuana y 20 de cocaína en su finca La Esperanza y también acusado de operar una red de lavado de dinero, que habría movido cerca de US$1.600 millones a través de cuentas en 52 países.

También es interesante observar el insólito viaje a Europa, en medio de la pandemia, donde se encontró con el presidente Macron de Francia.

Macron desde 2008 es directivo de la Banca Rothschild, parte esencial del club de Bilderberg, donde se reúnen los poderosos que manejan el mundo. Uno de sus líderes es Goldman Sachs, un banco de inversión que destroza estados con deudas fraudulentas, como fue el caso de Grecia.

Macron, el amigo de Macri, se jacta de su membresía masónica en la Ur-lodge (super-logia) “Hermandad Verde” y en la logia “Atlantis Aletheia” que está incluida en la Logia UR, integrada por políticos, economistas e intelectuales en todo el mundo.

En el Grupo Bilderberg participan Henry Kissinger; la ex directora del FMI, Christine Lagarde; la Reina Beatriz de Holanda; el ex director de la CIA, David Petraeus; el Secretario General de la OTAN, Anders Rasmussen; el director del servicio de inteligencia británico (MI6), John Sawers; el presidente de Google, Eric Schmidt; el presidente de Goldman Sachs International, Peter Sutherland; el ex director del Banco Mundial y presidente del consejo de asesores de Goldman Sachs Group, Robert Zoellick, entre otros representantes de la élite global.

Los medios globales masivos, de cada país en América, América Latina y Europa son propiedad de miembros de Bilderberg, porque el poder sobre las mayorías lo ejercen con los medios que trasmiten sus cursos de acción para controlar a la población y combaten a los gobiernos que no siguen sus reglas.

El principio en el que se basan es: “Si controlas la mente, controlas el comportamiento de la gente y el objetivo no es conquistar o someter por la fuerza un territorio, es más útil, más penetrante, más completo, que por medios pacíficos, el mundo crea nuestra verdad”.

Macri pertenece a este mundo masón y responde a las orientaciones de logias inglesas, israelíes y de Estados Unidos que están en franca guerra con la Iglesia católica y los estados nacionales que quieren ser independientes.

A pesar de su poca capacidad intelectual, el ex presidente trabajo para la destrucción del estado nacional, siguiendo una máxima de estos grupos:

“Hoy la guerra es contra el antiguo orden mundial de Estados nacionales históricos que tienen una tradición cultural muy antigua, es decir, contra el poder de decisión de los individuos”, que traducido quiere decir que no importa a quien elijan los pueblos para gobernar sus países, si no les gusta, lo sacan o entorpecen su funcionamiento.

Macri hizo mucho mal, pero no completo su tarea, por esta razón necesitaba un periodo más de gobierno, para completar la obra macabra, dictada desde estos órganos de poder. De allí, el libro”Primer Tiempo”, quiere otro periodo completar su tarea de destrucción.

La situación actual

La carta de Macri, apoyado por los grandes medios opositores, le declaró la guerra a Fernández, un presidente que quiere recomponer lo destruido y desarrollar el país desde una idea de estado nacional fuerte. Sin ningún tipo de moralidad, los ataques serán cada vez más virulentos contra esta idea, porque estos grupos de poder saben que es un gobierno capaz, honesto y puede estar 8 años en el poder.

Todo lo que dice Macri en esa carta, es lo que hizo mientras tuvo el poder: “Se vulnera el equilibrio de los poderes para el pleno funcionamiento de la República, no se respetan los reglamentos de las cámaras del Congreso para debatir y sancionar leyes”, “atenta contra la libertad de prensa”, “no respeta el debate y las opiniones”,” los decretos de necesidad y urgencia son medidas abusivas”. En fin, es la más perfecta descripción de su propia presidencia.

Conclusión: la carta tiene un formato claramente destituyente, alienta un clima de odio y agresividad que los medios opositores acompañan y solo debaten quien es mejor para concluir la destrucción iniciada por Macri, tal vez sea Larreta o el mismo Macri.

Sea quien sea, será solo un eslabón más en una cadena de acciones que amenaza la paz y la voluntad soberana del pueblo argentino, a elegir quien conduce sus destinos.