Podrán prohibir que La Renga toque en Mar del Plata, y podrán mentir a diario sobre el pueblo mapuche. Pero el sol no se puede tapar con las manos.

¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Parte de la respuesta se dio hace unos días en el gimnasio de Bomberos Voluntarios de Bariloche, donde Chizzo, Tete y Manu participaron del Festival Kiñe Rakiduan, organizado para “abrazar a las comunidades mapuche en este momento tan difícil” y para acompañar a los padres de Rafael Nahuel, que también subieron al escenario para reclamar justicia por el asesinato de su hijo, a manos del Grupo Albatros de Prefectura.

“Que la música integre a los pueblos, sin discriminación y sin violencia”, dijo desde el escenario Gustavo "Chizzo" Nápoli, mucho más que un conocido para la Lof Kuripan-Kayuman y el proyecto Ruka Kimun Mapuche, que desde hace 12 años organiza festivales en los que participan músicos indígenas junto a, por ejemplo, La Renga, Manu Chao, El Bordo, Vox Dei, Rata Blanca o Willy Quiroga, por nombrar sólo algunos.

DURO COMUNICADO DE LOS MÚSICOS
Vidal censuró a La Renga y un gobernador peronista se quedó con el showhttps://t.co/3ax8xWwvb0 pic.twitter.com/9jgS3UrHO7

— En Orsai (@EnOrsai) 22 de marzo de 2018

“Gustavo (Chizzo) casi forma parte de nosotros, porque viene a visitarnos seguido y hasta participa de nuestros encuentros. Nos acompaña siempre. Y el festival justamente nació por una idea suya y de otros músicos. Se acercaron a ofrecernos una ayuda porque saben la tarea que hacemos”, dice Olga, quien recuerda por qué no pudieron hacer el primer festival en Bahía Blanca, donde se encuentra una de las comunidades: “Las autoridades no nos creían que iban a participar todos esos artistas y entonces decidieron no darnos su apoyo. Por eso terminamos haciéndolo en el Estadio Malvinas Argentinas, en Buenos Aires, por gestión de los propios músicos”.

La Renga nos abraza porque sabe lo que somos, no eso que dicen los medios. Somos defensores de la paz, de la cultura, del diálogo. No somos terroristas.

Después de ese 21 de noviembre de 2010, los recitales se repitieron a razón de uno o dos por año, tanto en Argentina (uno fue en Tecnópolis, otro en el microestadio de Ferro) y en Chile.

“La idea es hacer visible lo invisble, y por eso el escenario lo comparten artistas reconocidos con músicos local o artistas indígenas que no son tan conocidos. Nos guiamos por lo que dice nuestra gente mayor. Y los primeros fueron en apoyo a las comunidades indígenas pero después fuimos organizando festivales en solidaridad con otras cuestiones de la sociedad, como las escuelas rurales, los merenderos, los afectados por la ceniza o los estudiantes de Chile”.

Pese a la calidad y cantidad de artistas el festival Kiñe Rakiduan no es noticia repetida de los medios. Tampoco se busca eso. “Tenemos más de cien artistas que colaboran siempre. Pero somos de bajo perfil. No nos movemos en el mundo de la música, nos manejamos en el ámbito de la educación”, explica la integrante de una comunidad que presentó cantidad de iniciativas en organismos estatales e internacionales, algunas de gran relevancia como el proyecto para que se cambie el Día de la Raza por el Día del Derecho el Respeto a la Identidad Cultural, o el proyecto para la Educación Intercultural Bilingüe o para que se reconozca a la Madre Tierra como sujeto de derecho. “Algo que seguimos solicitando en el Congreso”.

Nos gustaría tener una audiencia con (Ricardo) Lorenzetti cara a cara y preguntarle por qué la Justicia persigue tanto al pueblo mapuche

MALDAD ABSOLUTA
Indignante: sancionan a un jugador de "Los Murciélagos" por haberle pedido una ayuda a Macrihttps://t.co/AlMc6GLKqt pic.twitter.com/z6BgxeM5CE

— En Orsai (@EnOrsai) 23 de marzo de 2018

Esta vez, en el festival que se llevó a cabo en el gimnasio de los Bomberos Voluntarios de Bariloche el mensaje fue “abrazar al pueblo mapuche”, por la persecución sistemática del Estado, que en los últimos tiempos no sólo se vio reflejado en el hostigamiento y marginación histórico hacia a las comunidades. También en la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago Maldonado, el asesinato de Rafael Nahuel, el juicio ilegal de extradición al lonko Facundo Jones Huala y una inédita “cacería judicial” contra integrantes de comunidades y otras personas que apoyan la causa mapuche.

“No somos lo que dice la tele. No somos terroristas. Es más, demandamos a esos programas. Presentamos denuncias, y después nos invitan, pero no vamos a esos programas donde nos maltratan. Lo que a nosotros nos interesa es mostrar el arte y la cultura”, explica Olga, que tiene 61 años, miles de luchas y no puede entender el nuevo rol que tomó el Poder Judicial en esta avanzada contra el pueblo mapuche: “Nos gustaría tener una audiencia con (Ricardo) Lorenzetti o personas influyentes del ámbito de la Justicia, para preguntarles, cara a cara, qué es lo que está pasando. ¿Por qué nos persiguen tanto? Queremos que nos digan dónde estamos parados los pueblos indígenas frente a la Justicia”.

Fuente: Revista Citrica