
A cuatro décadas del traspaso de Papel Prensa, organizaciones de Derechos Humanos realizarán un acto en la puerta de Clarín.
Videla y Ernestina de Noble en la "inauguración" de Papel Prensa
Redacción En Orsai // Martes 01 de noviembre de 2016 | 11:57
Se cumplen 40 años del traspaso de Papel Presa a manos del Clarín, La Nación y La Razón; y las organizaciones de Derechos Humanos realizarán un acto, mañana a las 18, en la puerta del edificio donde funciona “el gran diario argentino” (Tacuati y Finochietto)
El caso de Papel Prensa, cuya venta se realizó en plena dictadura cívico militar, ocupa un lugar emblemático en la lucha por los Derechos Humanos ya que su anterior dueño, David Gravier murió en un “dudoso accidente aéreo” y su esposa, Lidia Papaleo firmó la venta presionada y bajo amenazas.
Según consta en el expediente judicial de la causa, el representante legal del diario La Nación, Manrique Segovia ya le había advertido: “Quiero que sepan que no pueden vender Papel Prensa ni a judíos ni a extranjeros”
La viuda de Gravier terminó firmó la venta de la empresa mientras su suegro que estaba secuestrado “le pedía que venda mediante llamados teléfonicos y que acepte el precio acordador que apenas alcanzaba el valor de una sola máquina de la fábrica”.
Apenas cinco días después de haber concretado la venta, Lidia Papaleo fue secuestrada y torturada por el genocida Ramón Camps. Luego corrieron la misma suerte los otros integrantes de la familia Gravier y también sus colaboradores más cercanos que fueron llevados a los centros clandestinos “El Pozo de Banfield” y “El Puesto Vasco”.
El Parlamento italiano convirtió en ley un decreto de Giorgia Meloni que corta de raíz el acceso a la ciudadanía italiana por descendencia. Solo se reconocerá el derecho a nietos con abuelos nacidos en Italia. El ajuste identitario amenaza a millones de latinoamericanos…
En solo una década, los nacimientos cayeron un 40%. Las mujeres tienen hijos más tarde o no los tienen. Crecen los hogares unipersonales. Y la infancia pobre sigue siendo mayoría. ¿Qué nos está diciendo esta Argentina sin niños?