Se podrían leer horas sobre el caso Nisman en los diarios de mayor tirada del país. Sin dudas, en la mayoría de las notas, el señalamiento al gobierno como culpable por acción u omisión, podría rastrearse aunque sea entre líneas.

Desde la acusación directa a Cristina Fernández de Kirchner hasta el latiguillo: "No lo cuidaron", un sinfín de notas buscaron ensuciar al Gobierno Nacional. "Yo soy Nisman", mostraban orgullosos el 18 de febrero muchos ciudadanos que se dejaron llevar de las narices por el ralo construido por los medios.

Un mes más tarde, cuando Nisman pasó de ser héroe opositor a contrevertido fiscal con dudosos viajes y vínculos extraños, la oposición y sus seguidores comenzaron a esconder, de a poco, el caso.

En las últimas semanas se corroboró que Alberto Nisman poseía una cuenta en Estados Unidos con enormes ingresos en dólares sin ningún tipo de justificación. Debido a esto, el juez Canicoba Corral profundizó la investigación sobre el dinero y la cuenta de Nisman.

Esta última acción desató la furia de periodistas como Daniel Santoro, quien cuestionó la velocidad de la Justicia para investigar el escándalo financiero de Nisman antes que su muerte. Lo cierto que hasta el abogado de las hijas del fallecido fiscal, no descarta que detrás del caso exista un trasfondo financiero. A Santoro no se le ocurrió esta posibilidad: para él, los depósitos de un financista desaparecido en una cuenta en los Estados Unidos, no resultan de vital importancia para esclarecer el caso.

El objetivo del periodismo opositor es esmerilar al gobierno nacional, cuando el caso Nisman deje de ser útil al mencionado fin, dejará de ocupar espacio en la prensa macrista.

El representante legal de las hijas de Nisman expresó en diálogo con Radio La Red que no descarta "nada porque era un señor que tenía múltiples frentes abiertos".

En la misma línea, destacó que "empiezan a aparecer las cuestiones de la vida privada de Nisman", entre las que mencionó "la cuestión financiera", que no permite que “cierre o descarte ninguna puerta, ni haga afirmaciones porque no tengo los elementos de juicio".

Vigliero se refirió a la aparición de una cuenta en el banco Merril Lynch de Nueva York en la que había 600.000 dólares a nombre de Diego Lagomarsino, de Sandra Nisman y Sara Garfunkel, hermana y madre del fiscal y consideró que en otro momento hubiera sido “escandaloso e inaudito".

"Cuando se ve a ciertos magistrados o ciertos abogados con el nivel de vida que tienen, con los automóviles, con las propiedades, con los lugares a donde van, con el poco tiempo que le dedican al despacho, me pregunto qué pasó acá", destacó el letrado.

Por último, aseveró que "uno cree que el Poder Judicial está inmune, pero en realidad son personas que viven en este país y tenemos un grave problema cultural y de idiosincrasia. Es lamentable pero es lo que es".