
Mientras avanza el acuerdo para que Massa compita en una PASO del PRO para la gobernación, Macri compensa su débil armado bonaerense con la presencia de su esposa, Juliana Awada. La polémica empresaria lo acompaña, con poco entusiasmo, en recorridas por el conurbano.
Andrés Brown Redacción En Orsai // Viernes 29 de mayo de 2015 | 13:00
Primero lo acompañó en su performance del programa de Marcelo Tinelli. Bella y en un segundo plano, Juliana Awada no se mostró muy cómoda durante el show, que incluyó una ácida gastada de parte del imitador Martín Bossi al alcalde Mauricio Macri.
Pero ahora, ante la debilidad del armado bonaerense del PRO, y mientras avanza una alianza con Sergio Massa, Macri la vuelve a aprovechar políticamente.
Pese a que Awada no tiene una vocación política manifiesta, el alcalde la lleva en sus recorridas por el conurbano, dejando en un rol subalterno y algo controversial a su esposa.
Anteayer, Awada debutó de manera formal en una recorrida de campaña, junto a su marido y la candidata a gobernadora María Eugenia Vidal, por la localidad de Ezeiza.
Esta aparición no será la última: la primera dama porteña será parte de la campaña presidencial de Macri en los próximos meses.
Lejos de la actividad política, Juliana Awada preside la marca de ropa Cheeky, que a su vez acumula serias imputaciones por utilizar trabajo esclavo.
Su rol en Cheeky volvió a estar en el tapete, tras la reciente muerte de dos niños en el incendio del taller clandestino de Flores. Desde entonces, los trabajadores precarizados y hasta semi esclavizados se organizan, mientras el Jefe de Gobierno continúa sin pronunciarse al respecto.
"Esto no es una casualidad ni un accidente, sabemos que estos talleres abastecían a Awada, la esposa de Macri. Son amigos de esta gente", afirmó sobre este caso inspector de trabajo del Gobierno de la Ciudad, Edgardo Castro.