La esposa le decía "te pareces a Estela" y el decidió ir a la CoNaDI para despejar la duda. Hace una hora se supo el resultado: es el nieto

Tras 36 años de búsqueda, fue hallado hoy el nieto de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, según confirmó el titular de la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense, Kibo Carlotto, hijo de Estela y tío del jóven recientemente recuperado.

"El se acercó voluntariamente con la idea de que podía ser el nieto de Estela. El chico se presentó voluntariamente porque tenía dudas sobre su identidad. Debe tomar decisiones y le dimos todo el tiempo del mundo para que haga lo que desea", agregó.

Guido Carlotto, nacido en cautiverio, es hijo de Laura, hija desaparecida de Estela. Nació en el hospital militar de Buenos Aires, el 26 de junio de 1978. Laura desapareció el noviembre de 1977 embarazada de tres meses.

La esposa le decía "te pareces a Estela" y el decidió ir a la CoNaDI para despejar la duda. Hace una hora se supo el resultado: es el nieto.

— Daniel Tognetti (@TognettiDaniel) agosto 5, 2014

"Es músico, vive con una familia rural que nada tuvo que ver con la dictadura", afirmó a su vez Abel Madariaga, secretario de Abuelas.

Si bien alguna vez confesó que no era fácil mantener la esperanza de encontrarlo, Estela perseveró en su lucha y hoy recuperó a Guido.

En junio de 1996, Estela le escribió la siguiente carta a su nieto Guido:

“Hoy cumples 18 años y quiero contarte cosas que no sabes y expresarte sentimientos que no conoces. Tus abuelos formamos parte de esa generación que asigna a cada fecha un valor especial y singular.

El nacimiento de un nieto es una de esas fechas. El bautismo (o no), los primeros pasos, la comunión (o no), la caída del primer diente, el jardín de infantes, el delantal blanco y el pedido de: abuelita “enséñame las tablas”. Son momentos que trascienden. Por eso esta fecha, en que cumples 18 años pasará a ser especial y singular como todas las otras que no pudimos vivirlas contigo.

Porque te robaron de los brazos de tu mamá Laura a las pocas horas de nacer, en un hospital militar, esposada, custodiada, para luego furtiva y arteramente robarte para un destino incierto. Estarás creciendo en tus soñadores y bellos 18 años con otro nombre, Guido. No es tú papá y tú mamá los que festejen contigo el ingreso a la adultez, sino tus ladrones.

Lo que no se imaginan es que en tu corazón y tu mente llevas, sin saberlo, todos los arrullos y canciones que Laura, en la soledad del cautiverio susurró para ti, cuando te movías en su vientre.

Y despertaras un día sabiendo cuanto te quiso y te queremos todos. Y preguntaras un día donde puedo hallarlos. Y buscaras en el rostro de tu madre el parecido y descubrirás que te gusta la opera, la música clásica o el jazz (¡que antigüedad!) como a tus abuelos. Escucharas Sui Generis o a Almendra, o Papo, sintiéndolos en lo profundo de tu ser porque así lo sentía Laura. Despertaras, querido nieto, algún día de esa pesadilla, y nacerás para tu liberación. Te estoy buscando.

Te espero. Con mucho amor. Tu abuela Estela".