Un escándalo de proporciones golpea duramente al PRO de Morón y a Juntos por el Cambio en general. Es que el crimen de Esteban Gabriel Izzo en Padua días atrás involucra a punteros y ex empleados de la gestión de Ramiro Tagliaferro en Morón.

Rodríguez Sierra se desempeñaba como chofer de la mesa chica del ex marido de Vidal cuando ejercía como jefe comunal. Es el dueño del auto utilizado para cometer el crimen del empresario. Pero además, también se secuestró un importante arsenal en allanamiento que terminó con su detención.

Pero mientras esto ocurría en Castelar sur, en el centro de esa misma localidad, Larreta recorría negocios con el exintendente y con el actual candidato, Leandro Ugartemendia.

Mientras emergían varios nombres que involucraban a la pasada gestión macrista, Larreta decidió hacer una visita al distrito y mostrarse con esos mismos exfuncionarios.

Algunas fuentes consultadas por En Orsai confirmaron que la noticia no cayó nada bien en el entorno del actual Jefe de Gobierno porteño que además se encuentra en una dura interna con Patricia Bullrich. Además de los pases de factura, los emisarios de Larreta informaron a los candidatos locales que no volverá a mostrarse en campaña.

Esto provocó que durante la jornada de ayer, el actual concejal del PRO y amigo persona de Tagliaferro se viera envuelto en versiones que indicaban que depondría de su precandidatura.

Desde que estalló el escándalo, ninguno de los referentes del macrismo local volvió a expresarse en redes sociales, ni a repudiar hechos de inseguridad.