
Un informe pericial recibido por el juzgado confirma la presencia de ADN de Sabag Montiel el arma secuestrada con la que intentó asesinar a CFK. Cuando alguien acciona una arma se produce un desprendimiento de células de la piel que se pueden analizar a través de un hisopado.
Pagina 12 // Martes 06 de septiembre de 2022 | 07:46
En el caso de Alberto Nisman, por ejemplo, eso no se pudo hacer, porque la sangre había tapado todo otro rastro. Pero en este caso, y pese a las versiones que intentaban poner en duda incluso que fuera el arma que se vio en las imágenes donde le apuntaba a la cabeza de la vicepresidenta, este dato se pudo confirmar.
Los medios del Grupo Clarín ponían el énfasis en que no se habían hallado huellas dactilares: el arma fue hallada en el piso por los militantes que lograron agarrar a Sabag Montiel y por supuesto que había estado expuesta al gentío, pero la determinación del ADN es precisa y ahuyenta todas esas teorías que buscan cuestionar que se hubiera tratado de un atentado. El diario Clarín llegó al colmo de señalar como sospechoso que el canal C5N hubiera estado en el momento del intento de asesinato, cuando la cobertura de la movilización en apoyo a la vicepresidenta tenía cobertura periodística diaria frente a la masividad de las expresiones de apoyo tras el alegato del fiscal Diego Luciani que pidió 12 años de cárcel para ella.
El arma tiene la numeración limada, es vieja y pertenecía a un conocido de Sabag Montiel, vecino suyo en Villa del Parque, que falleció en 2021. Hay sospechas de que el agresor se la habría robado. Según pudo saber este diario, no tenía licencia para portar armas. La Bersa, determinó la División Balística de la PFA estaba apta para el disparo. Todo esto complica más su panorama judicial, ya que a la tentativa de homicidio agravado se agrega la portación ilegal de arma de fuego y, podría ser, el contexto de violencia política y --planteó el abogado Gregorio Dalbón-- también de género.
Los dos grandes enigmas por delante son si este hombre que intentó asesinar a Cristina Fernández de Kirchner lo hizo solo, una idea que empieza a tambalear, y qué pasó con su celular (si hubo negligencia, impericia, un falla o una acción deliberada), cuyo contenido no se sabe todavía en qué medida se podrá rescatar.