El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°8 de la Capital Federal -integrado por las juezas Gabriela López Iñiguez y Sabrina Namer y el magistrado Nicolás Toselli- condenó hoy a la abogada Julieta Estefanía Bonanno a prisión perpetua por encontrarla culpable del delito de “homicidio doblemente agravado por haber sido cometido con alevosía y mediante el uso de arma de fuego”. Las víctimas fueron el ciudadano mexicano Rodrigo Alexander Naged Ramírez y su hijo John Naged Aguilar, de nacionalidad colombiana.

La condena coincide con la pena solicitada, el mes pasado, por el fiscal general Marcelo Colombo y el auxiliar fiscal Miguel Yivoff, de la Fiscalía General N°8 ante los TOF. Además, en el debate, los representantes del Ministerio Público Fiscal contaron con la colaboración de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP), que realizó una copia forense de la información que contenían los dos teléfonos celulares de las víctimas que, durante la investigación, fueron enviados a los Estados Unidos para su desbloqueo. También, participó como testigo de la fiscalía el responsable del Laboratorio de Informática y Análisis de Telecomunicaciones de la DATIP, Nicolás Sanguinetti, quien se expidió sobre algunas cuestiones que revestían complejidad técnica.

El caso

Julieta Bonnano era abogada de Naged Ramírez y otros tres ciudadanos mexicanos en la causa denominada “Bobinas Blancas”, donde se encontraban imputados por el intento de exportación de 1.375 kilogramos de clorhidrato de cocaína.

Dado que Naged Ramírez padeció un accidente cerebro vascular, el proceso en su contra se suspendió y derivó en su excarcelación. El hombre vivía junto a su hijo John Naged Aguilar -quien había viajado a la Argentina para cuidad a su padre- en un departamento que alquilaban en décimo piso de la Avenida Cabildo al 2600, en el barrio porteño de Núñez.

En la noche del 4 de junio de 2018, Bonanno acordó reunirse con las víctimas en el departamento. Allí llegó junto a un hombre, que aún no pudo identificarse. Una vez dentro de la vivienda, la mujer y su cómplice le dispararon a los Nagged, con un arma calibre 9 milímetros, lo que les ocasionó la muerte. Tras ello, Bonanno y el hombre adulteraron la escena del crimen para simular que había ocurrido algo distinto a un homicidio. Así, la mujer simuló ser una víctima más del ataque y llamó al servicio de emergencias 911, mientras que su cómplice escapó del lugar.

La investigación

En el marco de la instrucción suplementaria desarrollada por la fiscalía durante la instancia de debate, se analizó la información que contenía uno de los teléfonos Iphone secuestrados en investigación mediante una versión del sistema de extracción de datos forenses UFED, más moderna que la utilizada durante la instancia previa. Ello permitió recuperar y acceder a información del equipo que había sido eliminada y a la que no se había podido acceder en el análisis forense previo.

La información obtenida permitió a la fiscalía demostrar que Bonanno recibió desde México, y por parte de una persona apodada “la Tía”, la orden para ejecutar a los Nagged y a otro de los imputados en la causa “Bobinas Blancas”. También, los representantes del Ministerio Público Fiscal determinaron que hubo dos intentos de homicidio previos, los días 12 y 14 de mayo de 2018. En dicha oportunidad, Bonanno se encontraba en la ciudad de Punta Cana, en la República Dominicana, aunque le dijo a los Nagged que se encontraba en el país y debía reunirse con ellos.

Los datos que surgieron del análisis forense del celular de una de las víctimas también permitieron respaldar la versión de un testigo de identidad reservada y resignificar y comprender otros elementos probatorios obtenidos durante la investigación.

En base a ello, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°8, condenó a Bonanno a prisión perpetua por los homicidios de los dos hombres y dispuso que los fundamentos de la sentencia se den a conocer el próximo 1° de agosto.