(Por Conrado Ugarte) Según el portal digital, Behind Back Doors, a través de su nota “Detrás del golpe: La Agencia de Inteligencia Argentina (AFI) en Bolivia”, detalla que para cumplir con lo anterior, «José Sánchez no solo utilizó sus agentes en el país, sino que también solicitó el apoyo de representantes en Brasil, Colombia y Perú«.

Behind Back Doors, que en el pasado contribuyó con valiosos datos acerca del financiamiento de Estados Unidos al fallido “golpe suave” de abril-julio de 2018 en Nicaragua, y en junio de 2019 ya adelantara los pormenores de la preparación del Golpe a Evo, aporta sobre los requerimientos informativos que la estación de la CIA ordenó que lleve adelante la AFI:

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* La elaboración de perfiles psicológicos de los principales líderes del gobierno boliviano, especialmente de los ministros más influyentes. Esto incluye a Juan Ramón Quintana y Diego Pari.

* Recopilación de inteligencia que pueda vincular a los funcionarios del gobierno boliviano con el narcotráfico.

* Recopilación de inteligencia sobre los negocios privados de los funcionarios del gobierno boliviano que pueden ser vinculados a la corrupción.

* La identificación de ciudadanos cubanos, venezolanos y nicaragüenses que trabajan en Bolivia.

* La identificación de los diplomáticos de dichos países que trabajan en Bolivia.

Esta información sería utilizada por los Servicios Especiales de los Estados Unidos para llevar a cabo campañas mediáticas contra Evo Morales, tanto antes como después de las elecciones como parte del esfuerzo para evitar su reelección.

José Sánchez, advierte el portal, mantuvo estrechos lazos con los funcionarios de la Embajada de los Estados Unidos, que iban más allá de sus deberes como diplomático. Esto incluía a Rolf Olson y Annette Dorothy Blakeslee, ambos oficiales de la estación de la CIA en La Paz.

Asimismo, Annette Dorothy Blakeslee estuvo en Nicaragua como oficial médico de la USAID en la embajada de Estados Unidos en Managua. Lo curioso aquí es que esta es una de las tapaderas diplomáticas utilizadas por la CIA en sus operaciones secretas.

El Sr. Sánchez, continúa Behind Back Doors, si bien tenía una cobertura diplomática, en realidad servía como enlace de los servicios secretos de los distintos países involucrados. Estaba a cargo de dos estaciones de la AFI en Bolivia: una en La Paz y la otra en el Consulado de Santa Cruz. Este último fue utilizado para repartir fondos para la oposición en esta ciudad, y que a su vez, eran proporcionados por la Embajada de los Estados Unidos y por la USAID.

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En este sentido, una de las triangulaciones del dinero de la financiación para el golpe vía EEUU, tuvo como epicentro la Argentina. Más precisamente, la provincia norteña de Jujuy gobernada por Gerardo Morales. En septiembre de 2019, Ivanka Trump (hija del presidente norteamericano Donald Trump) realizó una visita relámpago a la provincia donde se reunió con Fernando Camacho, y de la que participado el propio gobernador Morales.

A pesar de que estaba previsto que terminara su misión el 2 de diciembre, Sánchez fue misteriosamente relevado de su cargo sólo dos meses antes de que se produjera el golpe contra Evo, finaliza la nota de Behind Back Doors.

Traducido desde el inglés por: Toni Gramsci para Redcom