La fuerza trotskista acusa a Altamira de un deslizamiento “republicano-liberal” del agrado de los sectores caceroleros y los periodistas que le dan letra

Después de las PASO, en las que el Frente de Izquierda (integrado por el Partido Obrero, el Partido de de los Trabajadores Socialistas y la Izquierda Socialista) sacó 400 mil votos y el Nuevo Más unos 100 mil, en ambos casos repartidos en los distritos en los que se presentaron esas dos fuerzas, se generó una interesante polémico conceptual en el mundo de la izquierda.

En su último periódico, el Nuevo Más reflexiona sobre la postura política y de cara a los grandes medios de comunicación del Frente de Izquierda, cuyo principal referente es el histórico Jorge Altamira.

Esta fuerza trotskista – que lleva las candidaturas para diputados nacionales de Manuela Castañeira, en la Ciudad de Buenos Aires, y de Jorge Ayala y Héctor Heberling, en la provincia de Buenos Aires- acusa al Frente de realizar una campaña “oportunista y porotera”, que no denuncia al gobierno nacional “por los males que aquejan a los trabajadores, ni se delimita de ninguna manera en la propaganda electoral de la oposición patronal”.

Según el Nuevo Más, a medida que “el Partido Obrero se ha venido emborrachando con las posibilidades electorales, ha ido esbozando una tendencia a abordar cada problema nacional no desde un punto de vista de clase, sino mediante un deslizamiento político-ideológico“republicano-liberal” del agrado de los sectores caceroleros de la clasemedia-alta y de los periodistas que le dan letra”.

Se refiere, así, a la reivindicación que Jorge Altamira realizó sobre las denuncias de corrupción concretadas por el periodista Jorge Lanata.

Al respecto, el partido trotskista opina que “las denuncias de Lanata están marcadas por la típica doble moral de la política burguesa: ver la paja en el ojo ajeno pero no en el propio. Es evidente que su denuncia es una crítica al “capitalismo de amigos”, pero llevada adelante en defensa del “capitalismo en general”: ¡el del libre mercado que sostienen sus patrones del multimedios Clarín!”.

Para el Nuevo Más, entonces, “Altamira hace creer que la corrupción es inherente sólo al kirchnerismo y no a cuantogobierno capitalista haya habido en la Argentina y el mundo”.