Las cifras del Indec muestran que los salarios del sector registrado contabilizaron un crecimiento del 3,6 por ciento mensual y un 40,1 interanual. Ese desempeño se explica por un incremento entre los asalariados privados de 4,2 por ciento frente a abril que supera a la inflación, aunque frente al mismo mes del año pasado se mantuvo por debajo de los precios al marcar 39,6 por ciento.

La Secretaría del Trabajo informó la semana pasada que el ingreso promedio de los trabajadores del sector privado marcó en mayo una contracción del 8,1 por ciento anual.

El informe del Indec ofrece además datos sobre los estatales y los trabajadores precarizados. Los primeros contabilizaron una suba mensual de 2,4 por ciento y un alza del 40,9 en doce meses, ambas mediciones debajo de los aumentos de precios.

El sector privado no registrado, anotó un retroceso de 0,2 por ciento en mayo y un 32 por ciento en doce meses. El deterioro en la capacidad de compra de los salarios se conjuga con un proceso precarización y destrucción de puestos de trabajo. El nivel de empleo registrado acumula nueve meses consecutivos en caída. Durante mayo se contabilizaron 8100 puestos de trabajo registrados menos que en abril y 217.100 posiciones menos que un año atrás.

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