Clarín adquirió en 2015 la empresa de telefonía celular Nextel como plataforma para ingresar en el negocio del “cuádruple play” (la posibilidad de brindar servicios de cable, Internet, telefonía fija y móvil). El grupo pagó por Nextel 178 millones de dólares, al momento de la compra por Clarín controlaba sólo el 3% del mercado de telefonía móvil y carecía de frecuencias para brindar servicios de 4G. Es decir, una empresa prácticamente obsoleta.

El gobierno de Macri acaba de autorizar la compra por Nextel de las firmas Trixco S.A., Callbi S.A., Infotel S.A., Skyonline de Argentina S.A., Netizen S.A. y Eritown Corporation Argentina S.A. Con esas adquisiciones, Clarín se hará con las frecuencias necesarias para poder brindar a través de Nextel telefonía celular con el servicio de 4G y el de televisión on demand.

El grupo que está vaciando la planta de AGR para liquidar los convenios colectivos de los gráficos, ya invirtió en frecuencias para este desarrollo otros U$S 150 milllones y planea invertir U$S 500 millones más.

El gobierno de Macri no sólo sextuplicó la pauta publicitaria del grupo, a fines del 2016 elaboró un decreto a la medida de las aspiraciones de Clarín en materia de regulación de la convergencia (la posibilidad de que una misma empresa brinde servicios de telecomunicaciones y medios audiovisuales).

El decreto permite la fusión de la prestación de servicios de telefonía fija y móvil, TV por cable e Internet pero de modo diferencial: por un lado, el servicio de cuádruple play sólo estará vigente en la Ciudad Autonoma de Buenos Aires, el conurbano bonaerense, Rosario y Córdoba –donde el peso relativo de Clarín y las telefónicas es más favorable a Magnetto; y, por otro lado, porque inhabilita a las telefónicas a ingresar en el servicio de cable hasta el 1ro de enero de 2018.

En la puja de intereses capitalistas por los negocios de telefonía y medios de comunicación, el gobierno optó por beneficiar a Clarín y a las operadoras de cable provincial por sobre Telefónica, por considerar más peligrosos a los primeros que al segundo en un año electoral.

Magnetto, que tras la compra de Nextel produjo un vaciamiento y cien despidos, que introdujo recientemente más de cien “retiros voluntarios” entre los periodistas de Clarín, que recibe el triunfo de su capacidad de extorsión ante la inminente contienda electoral por parte del gobierno, que se deleita con los proyectos de reforma laboral, va por el hueso más duro: la interna clasista de AGR.

Rodear de solidaridad la lucha de los gráficos es para todos los trabajadores de los medios “convergentes” (gráficos, periodistas, de la televisión, telefónicos, etc) una cuestión vital.

El triunfo de los trabajadores de AGR sobre la alianza de Macri y Clarín, no sólo constituye un ejemplo para el movimiento obrero, significará un terremoto político.