Alfonso Prat Gay es la cara visible de un ajuste que ordenó Mauricio Macri: despidos, devaluación, transferencia de ingresos a los sectores exportadores ya se pusieron en marcha. Queda aún por resolver una de las claves para el Presidente de la Nación; derrumbar el poder adquisitivo del salario.

Los empresarios en los encuentros económicos de la élite, se quejaban por los altos salarios que debían pagar. La frase que más repetían era: "Pagamos salarios alemanes con la productividad de África".

Mauricio Macri les prometió modificar la situación: bajar los salarios y buscará aumentar la productividad.

La estrategia de Prat Gay para llegar a este objetivo es establecer los parámetros de la negociación de la paritaria con respecto a las expectativas: por eso estableció metas de inflación que, según los privados, no podrá cumplir.

Prat Gay quiere que los gremios no superen el 25% de aumento y buscará ponerlos a discutir sobre el futuro, por su parte los sindicatos buscan recuperar el salario perdido en el pasado con los feroces aumentos que generaron las políticas de Macri.

Pero discutir sobre el futuro también puede ser engorroso para Prat Gay quien ordenó el ocultamiento total de los índices de inflación: el INDEC no informará el Índice de Precios al Consumidor por al menos ocho meses.

El problema para Prat Gay es que los privados pronostican hasta un 38% de inflación para 2016 y las consultoras que vislumbran este escenario son las que tienen simpatías con el Gobierno como la que pertenece a Orlando Ferreres.

La consultora de Martín Lousteau, Embajador designado por el PRO en los Estados Unidos, estimó un 36,7% de inflación.

Las entidades financieras más importantes del país también establecieron el índice para informar a sus clientes:

- Citigroup: 35%

- Deutsche Bank 35,4%

- HSBC 35%

- Itaú BBA 34%

- Santander 30,0%

- Merrill Lynch 33,1%

- Goldman Sachs al 33,2%

En este contexto, en medio de un apagón estadístico dispuesto por el gobierno, los gremios irán a negociar su paritaria: los docentes son los primeros en sentarse a la mesa para pelear por su salario y prometieron no bajarse del 35% ó 40%. Será un comienzo de año muy duro.