Si la primera medida ya causó un revuelo importante por desobedecer lo que había considerado el máximo tribunal del país, sino que también fue una de las promesas de campaña. Macri no se puso colorado al recortar brutalmente los recursos a las provincias argentinas.

La segunda medida tomada en el ámbito de los recursos pertenecientes a las diferentes partes de la Nación, provocó muchas más concentración en la distribución de los recursos. Antes de aumentar, la Ciudad de Buenos Aires ya era una de las que más fondos recibía por parte de la Nación.

Ahora estará por encima de lo que reciben a doce provincias. Tendrá más recursos que Chubut, Catamarca, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Misiones, Neuquén, Rio Negro, San Juan, San Luis, Santa Cruz y T. del Fuego.

El aumentó implica un 168% a lo que ya recibía la Ciudad de Buenos Aires. Como no podía ser de otra manera, la medida se tomo por el decreto 194/2016 que fue publicado hoy en el Boletín Oficial. El tibio argumento esgrimido por el Gobierno es "en aras de asegurar su desenvolvimiento fiscal y patrimonial" y para “asegurar la autonomía” de la Ciudad.

Lo que implica esta medida es que se concentra aún más la distribución de los recursos de la Nación a favor de uno de los componentes más ricos. La idea fundamental de la coparticipación es que las provincias más pudientes puedan compartir recursos con las que menos producción tienen.

Pese a que durante toda la campaña, Macri sostuvo que era necesaria discutir una nueva ley de coparticipación, ahora toma una medida unilateral que concentra la riqueza en la Ciudad con más presupuesto de todo el país.