Vilma Facunda Bedia, senadora de La Libertad Avanza, se encuentra en el ojo de la tormenta luego de contratar a múltiples miembros de su familia para puestos en el Congreso, desafiando las críticas hacia la "casta política" que tanto pregona el presidente anarcolibertario Javier Milei.
Redacción EnOrsai // Miercoles 20 de marzo de 2024 | 14:13
En un flagrante desafío a la retórica anti-establishment, Vilma Facunda Bedia, senadora de La Libertad Avanza, ha hecho olas al contratar a una cohorte de familiares pen el Congreso argentino. Esta movida, realizada por una figura que se presenta como un faro de la disidencia política, plantea serias interrogantes sobre la coherencia entre sus acciones y sus discursos.
Entre los favorecidos por esta maniobra, se encuentran sus tres hijos, su nuera, su hermano, su sobrina y su cuñada. Joel Benjamín Mamani, uno de sus hijos, ahora disfruta de un lucrativo puesto con una categoría A3, mientras que José Jair Mamani, otro de sus hijos, se ubica en una categoría A1, con ingresos estimados en 1,2 millones de pesos. Estas designaciones, que podrían ser percibidas como nepotismo descarado, plantean serias dudas sobre la integridad y la equidad en el proceso de contratación de personal en el Congreso.
Pero el nepotismo no se detiene ahí. La senadora también ha encontrado espacio para su círculo más cercano, con su hermano, Juan Carlos, y su sobrino, Albert Bedia, también asegurando puestos prominentes. El hermano es un pastor evangélico y a su vez presidente de la Fundación Emanuel que es definida por los Bedia como una ONG "cristiana" que promueve "seminarios de higiene mental".
El portal LPO señalo que en la provincia de Jujuy se afirma que también su cuñada Nélida de profesión masoterapeuta, pareja de Juan Carlos Bedia, forma parte del equipo de la legisladora.Ç
Pero esto no termina aqui, porque la hija de la masoterapeuta y sobrina de la pastora, Damaris, tambien es empleada estatal. Mientras que el hijo varón y sobrino de la libertaria, Jonatan, es otro que formaría parte de esta exitosa familia meritocratica. Por ultimo, Daiana Ester Llanes, otra sobrina de la senadora aparece como planta transitoria con categoría A3.
Por ultimo señalemos la contratación de la nuera, Mirta Araceli Silisque que solo fue beneficiada con una de las categorías más bajas del despacho: A8.
Este patrón de contratación, que favorece estrechos lazos familiares sobre el mérito y la competencia, arroja una sombra sobre la credibilidad de Bedia y sus afirmaciones de representar un cambio radical en la política argentina.
Además, la opacidad en torno a la inclusión de estos familiares en la nómina oficial del Senado plantea serias preocupaciones sobre la transparencia y la rendición de cuentas en una institución fundamental para la democracia argentina. Aunque algunos nombres no aparecen en los registros públicos, las implicaciones de su presencia, especialmente en roles de asesoramiento y toma de decisiones, son profundamente preocupantes.
La posibilidad de que algunos de estos empleados también estén recibiendo beneficios del programa Potenciar Trabajo añade otra capa de controversia a este escándalo en gestación. El presunto aprovechamiento de lagunas en los sistemas de registro y control para doble beneficio salarial plantea serias dudas sobre la integridad y la ética de aquellos en posiciones de poder.
En última instancia, este caso destaca la brecha entre las palabras y las acciones de aquellos que prometen un cambio radical en la política. En lugar de desafiar el status quo, la senadora Bedia parece estar consolidando su propio enclave de poder familiar, desafiando las mismas normas que critica públicamente. Este episodio, por lo tanto, no solo arroja luz sobre las prácticas de contratación en el Congreso, sino que también plantea preguntas más amplias sobre la honestidad y la integridad en la esfera política argentina.
Fuente:
https://www.lapoliticaonline.com/congreso/una-senadora-libetaria-contrato-a-toda-su-familia-en-su-despacho/