Un escándalo más de la administración de Juntos por el Cambio se conoció en las últimas horas a partir de una auditoría de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN): Mauricio Macri gastó 14 millones de euros en la compra a Francia de aviones que no podían volar.

El dato surge de un documento de 35 páginas realizado por la SIGEN que analizó la gestión de compras llevadas a cabo por el Ministerio de Defensa bajo la gestión de Oscar Aguad en el período 2016-2019. Se puso el foco principalmente en los convenios celebrados con el gobierno de Francia para la adquisición, por parte del Estado Mayor General de la Armada, de cinco aeronaves de combate SEM (Súper Étendard Modernisé) y de cuatro buques patrulleros oceánicos multipropósito OPV (Offshore Patrol Vessel).

El documento del organismo, que publicó completo Perfil, expone que Macri compró para la Argentina las cinco aeronaves Súper Étendard Modernisé (SEM) “no se encontraban en condiciones de vuelo y su potencial restante ya era bastante débil”, mediante un convenio suscripto por Aguad y su par de las Fuerzas Armadas de la República Francesa.

Ocurrió pese a que en ese entonces la Armada Argentina alertó sobre la necesidad de garantizar determinados repuestos “antes de concretar la transacción”.

El trabajo del organismo de control revela que pese al estado de los aviones y que incluso la Marina Francesa había dejado de utilizarlos, Aguad avanzó con la compra acompañada de documentación de seguimiento técnico junto a un lote de piezas de recambio, bancos de prueba, valijas de prueba, equipos de misión, herramientas y un simulador de vuelo.

“El precio definitivo de transferencia de todos los materiales –aviones y elementos complementarios- fue de € 12.550.000, efectuado en una única transferencia bancaria. El gobierno nacional asumió todos los gastos de retiro, transporte y estacionamiento de los materiales transferidos”, precisó la SIGEN.

Y expuso que a través de la Licitación Privada N° 005/17, “se tramitó el servicio de transporte puerta a puerta de los cinco aviones más todos los complementos por un total de € 1.346.255, totalizando una cifra cercana a los €14.000.000”.

El monto en pesos al tipo de cambio actual con el euro arroja que, de no haber realizado la compra de dichos aviones fuera de condiciones de volar, Argentina contaría hoy con más de $3.000 millones.

Previo a la compra, de acuerdo a lo que asegura el organismo que audita las acciones del Estado, se desconocieron y/o ignoraron “varios informes preliminares de la Armada Argentina que alertaban sobre la necesidad de garantizar determinados repuestos antes de concretar la transacción”.

Los documentos señalaban que, según el estado en el que se ofrecían las aeronaves, no estaban condiciones de volar requiriendo la ejecución de una serie de trabajos para su puesta en funcionamiento.

Según marca el texto, dichas evaluaciones técnicas precisaban que, en forma previa a la compra, resultaba esencial la obtención de elementos críticos para asegurar el funcionamiento de las aeronaves, tales como la pirotecnia de los asientos eyectables y cabina, y el desarrollo de una inspección de los accesorios de oxígeno.

Se sugería analizar que varios de esos repuestos esenciales tenían origen inglés, por lo que resultaba necesario tener en cuenta la imposibilidad de adquirirlos ya que, desde 1982, el Reino Unido no vende armamentos militares a la Argentina.

Precisamente, el informe de la SIGEN demuestra que la Armada tenía razón y que Macri tiró a la basura los 14 millones de euros: por la falta de estos instrumentos los aviones jamás volaron desde su adquisición en 2017.

Cabe añadir que el informe elaborado por la Sindicatura General de la Nación fue remitido a la Oficina Anticorrupción para el eventual inicio de acciones.