Los textuales:

“Me parece que lo que hay que ver es la solidaridad está bastante lejana y los macristas son los que se van a fuera y no aceptan nada. Son los que hacen surf, llevan a la mucama en el baúl del auto”. Bonafini realizó declaraciones con Andrea Recúpero en Somos Radio, AM 530:

“El pobre presidente se rompe en el alma y a ellos no les importa nada pero porque no les importa la vida de los demás, no les da la cabeza para eso”.

“Lo más hermoso que nos puede pasar es que la solidaridad es una forma de vivir, es cómo hacer política todo el tiempo. Es ocuparse más de otro que de vos, nuestros hijos luchaban por eso”.

“Ahora es más real que nunca, las Madres que no cobramos reparación y que sabemos que la vida no tiene precio. No hay plata que lo salve, si hay ricos también les puede agarrar el bicho este”.

“Hay que darse cuenta cuál es la tarea de la solidaridad, siempre hay que dar para el otro. Tenemos que preocuparnos muchísimo por la gente de los barrios”.

“La gente de los barrios no tiene ni agua, ni jabón. A lo mejor no tienen casas, no tienen calle para llegue la ambulancia. Ayer lo llamé a Rossi para que el ejército llegue a Villa La Fé en Monte Chingolo”.

“Me parece hermoso que la gente pueda tener 10 mil pesos, pero la plata no cubre que no tengan agua”.

“Me parece muy bien que la policía que antes te pegaba haya aprendido a disuadir a la gente. Se está resignificando todo en función de un bichito que anda a saber si se le escapó a alguno o si lo tiraron”.

“Yo pasé la epidemia de la viruela, me agarró. Tenía unos granos enormes, en la cara y el cuerpo”.

“Dejé de darle la teta a mi hijo para darle a una niña que tenía polio”.

“Cuando era soltera, había un nene que la mamá le pegaba. Yo lo empecé a entrar a mi casa y mi mamá no quería hasta que un día le trajo una radio. Ese chico me estuvo siguiendo muchos años y cuando me mudé también lo traía a casa. Yo lo mandaba a la escuela, lo bañaba. Un día lo llevaron preso, se escapó de la cárcel y lo pisó un camión”.

“Viví muchos años intensamente, cuando nació mi hijo Jorge también le daba de mamar a otro chico. Cuando él trabajaba en Aguas Argentinas se le ocurrió contarlo y lo cargaban todos”.

“La solidaridad es también pensar cómo poder darle una mano a otro que no puede salir. Siempre hay otro que precisa más que uno”.

“Siempre había lugar para uno más, siempre hay un poco más para otro. Mi hija cuando era chiquita con un montón de plata de los maestros, fue volando y los devolvió”.

“La solidaridad tendría que ser algo natural, compartir con el otro que tiene menos. A mi papá no le gustaba prestar nada y a mi mamá le gustaba prestar todo”.

“Mi marido me regaló una aspiradora, yo soy asmática, para sacar la tierra de la madera. Se la presté a una vecina y mi papá me hizo un lío buenísimo”.

“Fui Kika Pastor hasta que se llevaron a mi hijo Jorge, mi mamá me buscó el nombre de Hebe, la diosa de la juventud”.

“Un grupo de vecinos tomaron unas tierras, que eran fiscales. Mi padre estaba ahí y antes de que yo naciera hicieron una pieza de chapa y madera con 3 escalones y una letrina afuera. Ahí nací y esa habitación sigue estando”.

“Cuando nació mi hermano la cocina pasó a ser mi piecita. Fue haciendo la casa a pedazos, luego hizo como un hall porque el viento pegaba. Ahora la tiene Secco, el intendente de Ensenada y damos clases de cine para adultos”.

“Mi viejo sabía mucho como era el higiene de las letrinas, él le hizo un asiento de madera y al lado ponía aceite. Nos limpiábamos con papel de diario, no había papel higiénico. Nos bañábamos en un tacho en el galpón”.

“El pañuelazo fue un éxito tremendo, me mandaron fotos de Suecia pintando en una plaza y en la pared. En Génova también pusieron pañuelos en los balcones”.

“Lo más triste para nosotras fue dejar la plaza los jueves, hicimos una marcha arriba de la camioneta y no fuimos más. Nos estamos cuidando porque tenemos muchos años”.

“Lauro no se olvida, siempre está. Eduardo Valdés también me habló ayer a la noche”.

“Lo más importante en este momento y siempre es la vida. La memoria es la que te acordás todos los días de quién sos y de dónde venís”.

“Hay que saber de dónde venimos y tenerlo presente, no hay que sacarse la chancleta. En Las Madres hubo mucha lucha de clase, porque parecía que habían madres para poner el papel higiénico y madres para ver al Presidente”.

“Las Madres vivimos juntas toda la vida, cocinamos para todas. Elvira, Porota, yo. No hicimos un turno de 4 o 5 madres, las ricas nunca cocinaban, llegaban tarde y no lavaban los platos”.

“Un día me engrané porque llegaban tarde, no ponen la mesa, no traen nada, no lavan. Luego las encerré en la cocina y les dije que hasta que no lavaban los platos no salían”.

“Nunca le dijimos ‘oficina’ a la Casa de las Madres”.

“Ayer en un canal pasaron una parte que yo decía que a la policía no hay que hacerle caso que lo dije en 2016. Ese discurso lo pasaron como si lo hubiera dicho ahora”.

“En Crónica es una mentira tras otra, es una vergüenza como miente. Asustan a la gente de una manera impresionante”.

“El miedo es parte del enemigo”.

“El miedo es una calle sin rejas, te tiene aprisionado siempre. No digo, no salgo, no hablo, es como un chaleco de fuerza”

“Estoy orgullosísima de Alberto, estamos conociendo un Alberto que no conocíamos. Yo conocía a un Alberto que venía de otra clase social y era prudente. Si fuéramos muy creyentes diríamos que él y Axel multiplicaron los panes”.

“Son el Estado presente para defender la vida, no cobramos la reparación porque la plata no repara nada”.