Llegó el momento señalado por el propio de gobierno de seguir despidiendo trabajadores públicos. A la oleada comenzada en los primeros días de gobierno, ahora se suma la segunda etapa de achicamiento del Estado.

Ahora sería el turno de YPF que comenzaría con unos 2000 despidos, según lo que adelantó el propio titular del gremio de los petroleros de Neuquén y Río Negro, Guillermo Pereya. Aunque tampoco descartó que se produzcan más despidos.

Además, hay una trama política interna que se esconde con los despidos. Es que la relación entre el titular de energía, Juan José Aranguren, y el titular de la YPF, Miguel Galuccio no es de las mejores. Esa guerra interna parece haber desatado con más furia los despidos dentro de la empresa recuperada por el Estado argentino en la gestión kirchnerista.

El enfrentamiento entre los funcionarios, según devela el diario Ámbito Financiero, el ejecutivo decidió cortar de cuajo el financiamiento de la ANSES destinado a la empresa petrolera.

Pese a todos los frentes internos del gobierno, lo que parece claro que desde el Ejecutivo no tienen ningún reparo en cargarse a miles de trabajadores en nombre de una mejor gestión.