“El gobierno al que yo pertenecí cometió errores, todos los hizo de buena fe, pero no fue un gobierno corrupto, pero tuvo a un partido que lo único que hizo es intentar voltearlo. Yo defiendo al gobierno al que pertenecí y estoy orgullosa de eso”, gritaba Bullrich en medio de abucheos, según refleja un video de la época.

“Vamos a tener otra oportunidad para demostrar que en la Argentina es posible ser un gobierno que no sea corrupto, de gente honesta, distinta, es posible lograr eficiencia y honestidad. Fui ministra de Trabajo de un gobierno al que defiendo y no me meto debajo de la cama”, aseguraba.

“No quiero más gobiernos corruptos como el que tenemos ahora, no quiero más inventos ideológicos detrás de la corrupción. Déjense de joder, los montoneros mentirosos que se esconden detrás de la corrupción. Déjense de joder”, vociferaba en el final del extracto de la sesión.

Eran meses antes de las elecciones del 2011, cuando la Oposición pensaba que podía ganar las elecciones de ese año, en las que finalmente Cristina Fernández de Kirchner terminó obteniendo el 54% de los votos.

En abril de este año 2015, Bullrich también había reivindicado al gobierno de la Alianza de Fernando De la Rúa, luego de que Máximo Kirchner, actual diputado nacional, le había recordado: “Macri me hace acordar mucho a De la Rúa; el país no es la Capital Federal, eso a uno lo alarma, cuando ve que se regenera alrededor del candidato el Grupo Sushi con (Darío) Lopérfido, (Hernán) Lombardi, la misma Patricia Bullrich”.

"Estoy orgullosa de haber sido parte de la Alianza, y le quiero recomendar a Máximo que mida con la misma vara. Que mire con la misma vara o que se calle la boca", le respondió la diputada amarilla, una de las espadas mediáticas de Macri.

Patricia Bullrich fue ministra de Trabajo de De la Rúa desde octubre de 2000 a octubre de 2001, para luego pasar a Seguridad Social, donde duró tan solo un mes. En ese poco tiempo, dispuso un recorte del 13% en las jubilaciones que afectó a 533.401 personas.

A fines de 2001, el gobierno que encabezaba un frente similar al actual Cambiemos dejó 37 muertos en todo el territorio nacional, el corralito con la confiscación de los depósitos bancarios, una tasa de desempleo que llegó al 30%, y un país sitiado por piquetes, saqueos y pobreza.