La Corte Suprema de Justicia de la Nación atraviesa una tormenta y no hay signos de que vaya a salir el sol. El Presidente del máximo tribunal tenía planeado un viaje a la Ciudad del Vaticano pero el Papa no le habría dado el visto bueno a la visita.
Miercoles 06 de mayo de 2015 | 14:51
La renuncia de Raúl Eugenio Zaffaroni al máximo tribunal fue el inicio de un derrotero complejo para la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Su salida, correcta de acuerdo a la su edad, generó una vacante que abrió un problema político; el Poder Ejecutivo propuso un candidato pero la oposición bloqueó cualquier posibilidad para cubrir el puesto y el máximo tribunal quedó “rengo”.
El Senado de la Nación para prestar acuerdo al pliego del candidato Roberto Manuel Carlés necesita el voto de 2/3 de los presentes, situación que la Constitución prevé para obligar a la negociación política de las fuerzas. Sin embargo, la oposición bloqueó cualquier posibilidad de diálogo y consenso a pesar del habitual discurso.
Así, con sólo 4 miembros, el máximo tribunal continuó en funcionamiento y volvió a quedar en el ojo de la tormenta con el fallo que cerró la investigación por las torturas a soldados en la guerra de Malvinas. La decisión fue cuestionada por varios sectores e incluso la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, les ofreció apoyo para recurrir a tribunales internacionales.
En este contexto, comenzaron a circular rumores sobre la salud de Carlos Fayt, juez del máximo tribunal que ostenta 97 años y varias negativas a la posibilidad de alejarse. Días atrás, el periodista Horacio Verbitsky explicó en una entrevista radial que el magistrado en cuestión no reconoce a sus colaboradores y que incluso desconoce en qué día vive.
Asimismo, reveló que en la acordada 11/15 en la que Ricardo Lorenzetti fue reelecto como Presidente de la Corte, Fayt no estuvo presente aunque el documento allí firmado aseguraba que sí. Esto podría constituir un delito (falsedad ideológica) y quedarían en el ojo de la tormenta no sólo Lorenzetti sino también Juan Carlos Maqueda y Elena Highton de Nolasco, los otros miembros del tribunal.
Con la salud de Fayt bajo la lupa de los medios, la oposición que bien podría asegurar que el magistrado se encuentra bien sólo sugiere que la información configura un “ataque contra la Justicia”. Los voceros de la defensa del longevo juez son los habituales espadachines de las causas perdidas: Laura Alonso, Patricia Bullrich y Elisa Carrió. Sugestivo.
En este marco de crisis, Ricardo Lorenzetti debía viajar a Roma pero su viaje fue suspendido; esta situación disparó la atención de todos y desde el Vaticano, por lo bajo, aseguran que el Papa decidió no recibir al Presidente del máximo tribunal ya que podría verse como un respaldo político.
Lorenzetti no atraviesa su mejor momento como Presidente de la Corte y los cuestionamientos son cada vez más duros, hasta Elisa Carrió lo increpó y le pidió una acordada para defender a Fayt “en lugar de llorar por cansancio moral”.
Aún así, la vocera del Centro de Información Judicia, María Bourdin, aseguró que las versiones sobre una reunión con Francisco son falsas, lo que desató aún más las especulaciones de parte del periodismo.