Lorenzetti reclamó mayor cooperación de los poderes del Estado y sostuvo que “las víctimas no esperan que nos echemos la culpa los unos a los otros. La gente espera reacciones más maduras”.

Y añadió: "Significa también que nosotros nos enfoquemos en los procesos y no hagamos de eso disputas de interses o de poderes o de cuestiones que son ajenas a la lucha contra la impunidad".

En uno de los pasajes de su discurso, el presidente del máximo tribunal sostuvo que "respecto del poder judicial hay que decir que nunca va a ser popular, porque es un error que los jueces busquen la popularidad", en lo que pareció ser una alusión hacia los miembros del Poder Judicial que motorizaron la movilización del 18F.

La ceremonia, que duró una hora, fue en la Sala de Audiencias del cuarto piso del Palacio de Tribunales, colmada por funcionarios judiciales de todas las instancias y fueros e invitados especiales, entre ellos el ministro de Justicia Julio Alak y la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó.

El acto comenzó con la proyección de imágenes que mostraron lo que Lorenzetti calificó como “tragedias colectivas” y allí se vieron registros de las Madres de Plaza de Mayo, Axel Blumberg, Mariano Ferreyra, Luciano Aruga y el fiscal Alberto Nisman, entre otras.

Son “nuestras víctimas, nuestras tragedias”, inició su discurso Lorenzetti, luego de los minutos que duró la proyección, acompañada por una versión de armónica del Himno Nacional Argentino.