Según Ramil Jabríev, director científico del Instituto nacional de investigación de salud pública Semáshko y miembro del comité independiente de monitoreo de datos de estudios clínicos de vacunas, la eficacia del fármaco tras la primera dosis es de un 69,3 %, aumentando hasta el 96,2 % tras la segunda. Jabríev explicó que el porcentaje de la efectividad se calcula como una relación entre la eficacia del medicamento en el grupo de vacunados y en los que tomaron el placebo. Según el científico, la evaluación de la vacuna Sputnik V demuestra su eficacia y seguridad.

En noviembre, el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF), que financia el desarrollo de Sputnik V, anunció que la efectividad de la vacuna era del 95 %.

Elaborada de forma artificial, sin ningún elemento del SARS-CoV-2 en su composición, la vacuna se presenta en forma de solución congelada, que se descongela y se administra por vía intramuscular.

El medicamento consta de dos componentes: I y II. El componente I incluye un vector adenoviral recombinante basado en el serotipo 26 del adenovirus humano que lleva el gen de la proteína del virus S del SARS-CoV-2; mientras que el componente II incluye un vector basado en el serotipo 5 del adenovirus humano que lleva el gen de la proteína S del virus del SARS-CoV-2.

El fármaco demostró su efectividad y seguridad a tenor de los resultados de los ensayos clínicos.