
El martes 18 de octubre se reunieron en el distrito de Moreno los intendentes del denominado “Grupo Fénix”. Del encuentro participaron...
Redacción En Orsai // Jueves 20 de octubre de 2016 | 07:57
Del encuentro participaron Walter Festa (Moreno), Verónica Magario (La Matanza), Ariel Sujarchuk (Escobar), Gustavo Menéndez (Merlo), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Juan Ignacio Ustarroz (Mercedes), Santiago Maggiotti (Navarro), Francisco Echarren (Castelli), Ricardo Curutchet (Marcos Paz) y Hernán Yzurieta (Punta Indio) y el presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza.
Sin lugar a dudas, la reunión no pasó desapercibida en la Casa Rosada y, mucho menos, en la gobernación de la Provincia de Buenos Aires. Los mencionados intendentes representan a 3.445.421 bonaerenses. Este número es superior a la población de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (2.890.151), Córdoba (3.308.876) y Santa Fe (3.194.537). Asimismo, y no menos relevante, el “Grupo Fénix” se posiciona como el armado político más populoso del peronismo, superando al “Grupo Esmeralda” y a las principales provincias gobernadas por el Partido Justicialista. Y un dato no menor: esas 3.445.421 personas se encuentran a no más de 40 km de la Ciudad de Buenos Aires.
Este novedoso escenario es producto de la elección del año 2015. Aquellos comicios dejaron por primera vez en más de 20 años “huérfanos” a los intendentes peronistas de la Provincia de Buenos Aires. Ante la inexistencia de una conducción nacional o provincial, la respuesta de los intendentes fue la de agruparse con sus compañeros más afines y así actuar de forma coordinada para negociar con el gobierno nacional y provincial.
En el corto plazo, la unidad del grupo Fénix será central para la negociación por mayores recursos para hacer frente a los gastos de fin de año, así como también para reclamar una mayor inversión en obra pública en el territorio bonaerense en el año 2017.
Pero no sólo la gestión los desvela: sus movimientos se leen en clave electoral. En este contexto, los intendentes del “Grupo Fénix” reconocen que la única forma de ser oídos es unirse, fortalecer al peronismo bonaerense y preparar el terreno para las elecciones del año próximo.
Forzados por las circunstancias, lo mismo empiezan a dilucidar los intendentes del grupo Esmeralda y otros grupos del interior, todos más propensos (hasta ahora) a diferenciarse del resto de la fauna peronista y mostrarse más o menos dialoguistas con el gobierno nacional y provincial. Pero esto estaría cambiando. Por ello, el próximo 25 de octubre, los 55 intendentes del FPV se darán cita en Lobos.
Así las cosas, la estrategia del oficialismo de dividir al peronismo empieza a hacer agua. Falta saber qué harán los renovadores ¿se quedarán a mitad de camino? ¿O aprovechando su gen peronista se sumarán a los nuevos vientos? Después de todo, Borges tenía razón: no los une el amor, sino el espanto.