José Ignacio “Vasco” de Mendiguren arremetió duramente contra los ex funcionarios del gobierno de Macri. En una entrevista reciente, afirmó que Luis Caputo y Federico Sturzenegger "están más para un proceso judicial que para un cargo político". Las críticas se extendieron a la gestión económica actual y la desocupación, revelando la cruda realidad detrás de las decisiones financieras y políticas que afectan a la Argentina.
Redacción EnOrsai // Jueves 30 de mayo de 2024 | 10:49
José Ignacio "Vasco" de Mendiguren, quien se desempeñó como ministro de Producción de la Nación durante el gobierno de Alberto Fernández, no se guardó nada en su reciente entrevista con Fernando Amato, Manu Pol y Lorena Álvarez en el programa Pasos Perdidos por FM La Patriada. De Mendiguren lanzó acusaciones serias contra dos figuras prominentes del gobierno de Mauricio Macri: Luis Caputo y Federico Sturzenegger. "Cuando pedís el currículum de Caputo y Sturzenegger, te das cuenta que están más para un proceso judicial que para un cargo político", afirmó sin rodeos.
Esta declaración no es un simple comentario casual; es un reflejo de la profunda desconfianza que sectores importantes del ámbito productivo y político tienen hacia la dirigencia financiera que predominó durante la administración de Macri. De Mendiguren no se quedó ahí y profundizó en sus críticas hacia el modelo económico que, según él, privilegia las finanzas sobre la producción real.
Utilizando una metáfora potente, De Mendiguren comparó la producción con un árbol y las finanzas con su sombra. "La producción es como un árbol y las finanzas la sombra. Muchas veces nos enamoramos de la sombra, la regamos, y secamos el árbol", explicó, sugiriendo que el énfasis desmedido en las finanzas está matando a la economía real, que es la que verdaderamente genera riqueza.
Para De Mendiguren, en Argentina se ha trabajado bajo una lógica de "financierismo", una visión en la que se cree que "el dinero hace dinero por sí mismo y no es un auxiliar de la propia generación de riqueza". Esta perspectiva, según él, ha llevado a decisiones económicas que favorecen a los especuladores y a las grandes corporaciones financieras, en detrimento de la industria y el trabajo genuino.
Un ejemplo claro de esta confrontación entre la producción y las finanzas es el Gasoducto Néstor Kirchner. De Mendiguren recordó cómo los sectores que apoyan a figuras como Javier Milei criticaron el proyecto al considerarlo un gasto innecesario. Sin embargo, Sergio Massa defendió el gasoducto como una inversión crucial para el país, y en solo ocho meses se logró completar la obra. "¿De qué sirve tener el gas en el Sur, pero sin caño?", preguntó retóricamente De Mendiguren, destacando la importancia de invertir en infraestructura para aprovechar los recursos nacionales.
No obstante, una vez terminado el gasoducto, el gobierno decidió cortar el gasto necesario para optimizar su funcionamiento, dejando la obra trabajando a la mitad de su capacidad. Este tipo de decisiones, según De Mendiguren, reflejan una falta de visión a largo plazo y una preferencia por el ahorro inmediato en detrimento del desarrollo sostenible.
Las críticas a Sturzenegger no son nuevas para De Mendiguren. Recordó cómo el ex presidente del Banco Central ya había implementado políticas similares durante la gestión de Domingo Cavallo, políticas que llevaron al país a una crisis profunda. Además, Sturzenegger estuvo involucrado en el escándalo del "megacanje" de deuda, y a pesar de ello, fue reintegrado en el gobierno de Macri, lo que para De Mendiguren es una muestra clara de la falta de memoria histórica y de accountability en la política argentina.
La metáfora de "venderle la soga al que nos ahorca" fue utilizada por De Mendiguren para describir cómo se perciben las decisiones de política económica que, en su opinión, solo benefician a los acreedores y especuladores extranjeros, mientras perjudican a la economía nacional y a la población trabajadora.
En cuanto a la situación actual y futura de la industria, De Mendiguren se mostró pesimista. "Hoy veo mal el futuro de la industria. Estaba seguro que iba a caer la actividad pero no pensé que iba a ser tan rápido", lamentó. A pesar de los esfuerzos durante su gestión para mantener el nivel de actividad y reducir el desempleo, la crisis económica y las políticas actuales han revertido esos logros, exacerbando la desocupación y la precariedad laboral.
Uno de los mayores desafíos que menciona es el poder adquisitivo de los trabajadores. Aunque se lograron mantener niveles de empleo, los salarios no alcanzan para cubrir las necesidades básicas de la gente, lo que genera un descontento comprensible entre la población.
De Mendiguren recordó también cómo durante el gobierno de Macri, cuando Sturzenegger volvió al Banco Central, él mismo denunció la "bicicleta financiera" que se estaba implementando, utilizando una caja negra como la de los aviones para simbolizar el desastre financiero que se avecinaba. "Federico me llamó para decirme 'Vasco, me estás matando', pero era lo que yo veía", confesó, subrayando la falta de transparencia y la connivencia entre ciertos sectores financieros y políticos.
En resumen, las declaraciones de José Ignacio De Mendiguren no solo critican las figuras de Caputo y Sturzenegger, sino que también abren un debate más amplio sobre la dirección económica del país y el papel que juegan las finanzas en detrimento de la producción y el bienestar de la población. Sus palabras invitan a reflexionar sobre qué tipo de modelo económico necesita Argentina para salir de la crisis y construir un futuro más justo y equitativo.
¿QUÉ DIRÁN?
— En Orsai (@EnOrsai) May 30, 2024
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