La recesión se profundiza y durará todo 2025: alerta del economista Fernando Soliño

Mientras el gobierno celebra la desaceleración de la inflación como un triunfo de su política económica, la realidad golpea cada vez más fuerte a millones de argentinos: el desempleo roza los dos dígitos en el Gran Buenos Aires y Córdoba, y la recesión parece no tener salida. Así lo advierte el economista Fernando Soliño, quien no sólo anticipa que la recesión durará todo el año, sino que también alerta sobre la fragilidad extrema de la economía argentina y la posibilidad de una corrección cambiaria disfrazada de “ajuste técnico” para después de las elecciones.

Una macro que no se siente: baja la inflación, sube el desempleo

“La gente no ve un repunte del consumo, ni mejoras laborales. Estamos en una gran recesión que va a durar todo el año”, sostuvo Soliño en diálogo con Jorge Garzón por Radio Rivadavia.

El dato es demoledor: en zonas críticas como el conurbano bonaerense y la ciudad de Córdoba, el desempleo ya coquetea con los dos dígitos, mientras el oficialismo vende como un éxito una baja inflacionaria lograda a fuerza de recorte del gasto público, dólar atrasado y fuerte recesión.

“Cuando baja la inflación tienden a subir las tasas de desempleo. Y eso es lo que está pasando ahora: una economía que se enfría, pero no se reactiva.”

Sin reservas reales: una economía sostenida con alfileres

Soliño fue contundente al referirse al estado de las reservas del Banco Central:

“El gobierno salió a conseguir dólares a tasas altísimas solo para mostrarle al FMI una solidez que en realidad no tiene. Es una economía atada con alambres.”

Los vencimientos de deuda que se aproximan, especialmente en julio, ponen presión sobre una caja vacía. La supuesta “fortaleza” de las reservas no es más que endeudamiento encubierto, un espejismo financiero con patas cortas.

Riesgo geopolítico y mercados cerrados: ¿la tormenta perfecta?

A esta inestabilidad estructural se suma un escenario internacional cada vez más volátil. Los conflictos bélicos en Medio Oriente y la posible suba de tasas en EE.UU. podrían disparar una fuga de capitales desde economías emergentes como la argentina.

“Si estalla una crisis externa, la Argentina no tiene margen para resistir. No es un país blindado: es un país quebrado”, advirtió el economista.

Además, el episodio reciente en el que Irán amenazó a un funcionario argentino por su posición crítica respecto al programa nuclear persa demuestra que la Argentina no está tan lejos del conflicto como algunos suponen.

“Corrección” cambiaria post-electoral: ¿la devaluación que Milei no quiere nombrar?

El gobierno de Javier Milei insiste en evitar cualquier mención a una devaluación, pero el retraso cambiario es evidente. Soliño anticipa una “corrección”, término técnico que enmascara una devaluación moderada que se postergará todo lo posible hasta después de los comicios.

“Es un año electoral y todo está subordinado a eso: el dólar, los conflictos, las decisiones políticas y la economía.”

Milei podrá rechazar la palabra “devaluación”, pero los mercados y la realidad ya comenzaron a descontar lo inevitable. La bomba de tiempo está activada.

Conclusión: Un país en pausa, con el futuro hipotecado

Argentina está en stand-by. Congelada en una economía que no crece, que ajusta a los más pobres, que finge solidez ante el FMI y que juega a las escondidas con el tipo de cambio. Fernando Soliño lo sintetiza en una frase seca y contundente:

“Estamos ante un equilibrio muy frágil, atado con alambres. Si el mundo estornuda, nosotros vamos directo a terapia intensiva.”