Jorge Rachid

La militancia política se fortalece con compromiso con el pueblo y amor

La política, como expresión del conjunto de actividades destinadas a construir los modelos sociales y productivos del país, fue denigrada y en un intento de enterrarla, presentada como la causante de las crisis recurrentes de nuestro país.

La militancia política se fortalece con compromiso con el pueblo y amor

Domingo 08 de noviembre de 2020 | 08:11

No fue un intento neutro de sectores agrupados en nidos de palomas blancas, por lo contrario, es el resultado de una planificación estratégica de los nuevos colonizadores globales, que desde hace varias décadas, levantan el discurso neoliberal, privatista e individualista, que fortalece los sectores de poder económico, hegemónicos financieros y mediáticos, en nuestra región.

Derrotar a la política, es una estrategia de borrar la identidad de los pueblos, de sacarle a la democracia los instrumentos necesarios del debate de las ideas. Es que no les interesa ni ese debate, ni el funcionamiento democrático de las instituciones de lo que llaman la República, en la cual fueron construyendo un Estado a la medida de sus intereses hegemónicos, que limitan la capacidad de acción de cualquier Gobierno que acceda al mismo y que encuentra mínimos márgenes de maniobra, acotados por las extorsiones y amenazas de esos grupos de poder concentrado.

En ese marco, el crecimiento de las nuevas generaciones, la militancia se fue conformando por décadas, divorciada de la discusión y la formación política. Ni la resignificación de la historia oficial de los vencedores de Caseros, ni la política internacional como contexto necesario de cualquier abordaje político coyuntural, ni cuadros de situación políticos económicos y sociales diarios, ni la política internacional, fueron parte de la formación y la discusión política.

La formación se encasilla en los ejes temáticos específicos y profesionales, como estamentos separados, como absorción de conocimientos en sí, descontextualizados. Así se dan cursos de historia, de filosofía, de economía y de política internacional, conocimientos duros que sirven de formación en la materia pero están lejos de lograr que el mismo, llegue a lo cotidiano del barrio, construyendo comunidad organizada, con líderes locales, que es el camino a recorrer.

La mirada por el ojo de la cerradura cotidiana, que generalmente propone la agenda colonial del enemigo, es el eje de discusión militante. La agenda propia de un proyecto de poder, popular, programáticos y estratégico del peronismo, siempre queda postergado por la necesaria respuesta táctica, que la inmediatez exige. Es decir terminamos discutiendo la iniciativa de quienes nos combaten.

Esa agenda del enemigo es la que marca la cancha y la militancia política se debate en ella, desde la resistencia, sin penetrar en profundidad en los caminos propios a recorrer para dar las respuestas adecuadas, para derrotar la ofensiva neoliberal.

La provocación permanente del enemigo, hace de la militancia, un activismo constante, que en términos solidarios entrega respuestas maravillosas de compromiso y amor al prójimo, tan cotidianos, como reparadores del dolor del pueblo, pero la lucha por el poder queda lejos de esas iniciativas, sino vertebran en organización popular.

Es que la política es la capacidad de construcción de una Comunidad Organizada, que tiene por objetivos construir la Justicia Social. Eso sólo se hace desde el poder, nunca desde la entrega personal o colectiva de la reparación, sin organización social. Ese tenue límite entre la tecnocracia distributiva y la beneficencia, fue derrotada por Evita, al instituir y ampliar derechos permanentes al conjunto del pueblo, asentados en la Constitución Nacional de 1949.

Es la diferencia entre los derechos establecidos por el pensamiento nacional desde el Gobierno y las teorías macro económicas ortodoxas neoliberales, que justifican los ajustes y promueven la teoría del derrame, como desprecio a la dignidad de los pueblos, en la nueva globalización, colonizadora cuyo instrumento, es el ordenamiento social por el Mercado..

Pero en cada proceso histórico en los cuales el pueblo recupera derechos y fortalece la memoria e identidad, las jóvenes generaciones vuelven a retomar la militancia como herramienta de construcción de su propio destino.

Pero esa construcción no es individual ni de sector, es un colectivo amplio que excede cualquier organización política, sindical o social, todas necesarias, pero partes de un todo, enmarcado en el movimiento nacional y popular, que el peronismo ha logrado sintetizar como expresión de construcción del pensamiento nacional.

Entonces la militancia asumida, puede ser tergiversada por la acción del enemigo, que la estigmatiza, le marca la agenda y la hace luchar por el carguismo, antes que por el poder. Es en esa diáspora que fragmenta, donde el enemigo encuentra su mejor arma de batalla, al diluir el impacto de la lucha por el poder, en múltiples batallas menores que desgatan y agotan, confunden y minimizan, el análisis político estratégico.

La militancia es un proyecto de vida, una visión del mundo de la vida y de las cosas, que corresponden a un conjunto de ideas, llamada ideología, que en el peronismo son las banderas la Patria Matria, justa, libre y soberana, en una Tercera Posición internacional de Patria Grande.

Ese es el motor de la militancia, el conjunto de utopías a trasmitir y organizar junto al pueblo, como Patria o Colonia, Liberación o Dependencia, sin otra vanguardia que la búsqueda de la construcción de un modelo social y productivo biocéntrico, basado en el respeto y prioridad de los seres humanos y la naturaleza.

Pretender respuestas racionales a los enemigos irracionales, son irrelevantes y sólo fortalecen la agenda de quienes buscan diluir la identidad nacional en un proceso de coloniaje. El compromiso diario, la solidaridad social, la ampliación de derechos, la lucha por el poder, la formación política ideológica de los cuadros militantes, es vertebral a la posibilidad de construcción de la necesaria Comunidad Organizada, que le permita a nuestro país, ir derrotando la opciones liberales, culturales y económicas, que nos ofrecen cambiar de collar, pero debemos plantearnos “dejar de ser perro”(Jauretche)

JORGE RACHID - PRIMERO LA PATRIA

www.lapatriaestaprimero.org

Comparte en Facebook Comparte en Twitter Comparte en Google+ Enviar a un amigo Imprimir esta nota
Desalmados

Presentan amparo colectivo por la suspensión de Milei de la entrega de medicamentos

Frente a la situación de cierre o suspensión de la Dirección de Asistencia Directa para Supuestos Especiales (DADSE), dispuesta por una medida del gobierno nacional, que dejó a personas sin respuesta, y que no tienen otra forma de acceder a los medicamentos que necesitan,…