Las indefiniciones de Massa confundieron a sus votantes, quienes muchos de ellos aún no definieron su voto.

Las indefiniciones por parte del ex candidato de UNA, Sergio Massa, confunden a quienes ven en él como su referente de cara a la decisión que tomarán en las urnas el próximo domingo. Coquetea con Macri, con Scioli y vuelve a Macri. Este pareciera ser su estrategia, en función de hacer valer los 5 millones de votos que cosechó en las últimas elecciones, pero también para posicionarse en una eventual negociación de puestos con el futuro presidente.

Esta oscilación constante ya trajo consecuencias notables hacia el círculo chico de Cambiemos, que creían que iban a tener en Massa a un aliado "incondicional". Sumado al apoyo a Daniel Scioli por parte de los máximos referentes del massismo, como Felipe Solá, Roberto Lavagna y José Ignacio de Mendiguren (Unión Industrial Argentina), que se manifestaron públicamente en contra de las medidas regresivas y la devaluación que propone el candidato del Pro. Por eso, desde la Alianza Cambiemos ocultaron encuestas que marcan una paridad cada vez mayor y un ascenso notable del candidato del Frente para la Victoria.

En las últimas horas, el líder del Frente Renovador arrojó otra pista más respecto a que su apoyo aún no está cerrado: “Hay un grupo de laburantes de clase media que tiene miedo al ajuste y vota a Scioli", expresó en una entrevista en TeLeFe. Si bien estimó que habrá un importante caudal de votos en favor de Mauricio Macri, Massa destacó que los trabajadores y la clase media, temerosa del ajuste planteado por Cambiemos, se inclinará por Daniel Scioli, mientras que "una porción muy chiquitita va a votar en blanco", anticipó.

Igualmente, el líder de Unidos por una Nueva Alternativa aclaró que no está de acuerdo con el voto en blanco, y dijo: "Le aconsejaría a toda la gente que no vote en blanco, aún a riesgo de equivocarse. En la vida hay que jugarse. El país necesita que nos juguemos".

De esta manera, los analistas políticos coinciden en que la elección la definirán los indecisos a último momento, quienes no tomarán en cuenta tanto las posturas de sus referentes y sí el análisis de los dos modelos de país que proponen Scioli y Macri.