No hagamos como que esto es un país porque saben qué, Macri, Scioli, Massa, Altamira, Binner, Carrió, etc, no sirven para una mierda, no sirven absolutamente para una mierda

“Yo en realidad no quería hablar del gobierno”, sorprendió Lanata a su audiencia. “Quería más que nada hablar de la Oposición. Toda la Oposición junta no junta un balde de bosta. Toda la Oposición, toda, toda, la derecha, la izquierda, el centro, Macri, Massa, el Partido Obrero, el Partido Comunista, el radicalismo no juntan 200 gramos de bosta. Y la Oposición no sirve absolutamente para nada Y esto es lo que estamos viviendo como ciudadanos. Nadie hace absolutamente nada. ¿Y qué está haciendo el gobierno? Lo que es natural en él: avanzar. Avanzar sin fijarse en el costo, sin fijarse en nada. Entonces, ¿qué siento yo, yo, Lanata, como ciudadano? Que estoy completamente desprotegido; no hay nadie que me proteja. Todo el mundo me golpea el hombro, pero salgo y me garchan en la calle o me cagan a tiros. Y a la vez, cuando pienso cómo voy a hacer para seguir laburando, ahorrar, proteger mis ahorros, pienso: “No tengo ningún futuro’”, se desahogó el conductor, que ya el domingo a la noche, en su programa Periodismo Para Todos, se había mostrado nervioso por el rol que debió cumplir de vocero de los fondos buitre.

“Dejemos de mentirnos y veamos qué carajo hacemos con este país y sino, vámonos. Y dejemos que los tipos asuman, cambien todo y listo. Que suba Julio Alak, cualquier tarado, cualquier tipo de La Cámpora, cualquier analfabeto de esos que suba y haga lo que quiera. Y terminemos con esta historia”, descalificó al borde del grito.

“No hagamos como que esto es un país porque saben qué, Macri, Scioli, Massa, Altamira, Binner, Carrió, etc, no sirven para una mierda, no sirven absolutamente para una mierda. No están haciendo nada, están de espectadores y ni siquiera tienen buenos tickets, porque ni siquiera tienen la primera o segunda fila, están en la loma del orto aplaudiendo cómo los demás hacen algo”, finalizó.

Lanata, en marzo del año pasado, meses antes de las elecciones legislativas, ya había tenido también una crisis similar ante la fortaleza del kirchnerismo.

“Tenemos que cambiar, no podemos seguir así. Este país tiene que cambiar de una vez. No podemos sufrir así más. Este país tiene que recuperarse. No estoy llamando ni a un golpe ni a una rebelión ni nada. Hay que lograr en las urnas que esta gente se vaya. Tenemos que sacar a esta gente votando a otra gente, pero esta historia no da para más. Que pierdan una vez el inconmensurable poder que tienen y que nos está haciendo mierda. Hay que cambiar. Yo voy a hacer todo lo posible para que eso pase y yo les pido que hagan todo lo posible ustedes también”, había prometido.

En los últimos días, desde el Grupo Clarín, se escucharon y leyeron algunas voces criticar a la Oposición por no dar el debate por la reforma del Código Civil y Comercial, mientras que horas después del quiebre de Lanata, en la AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual), su titular, Martín Sabbatella, anunciaba que se iba a iniciar el trámite de adecuación de oficio del Grupo Clarín a la ley de Medios debido a que se habían descubierto maniobras del multimedio que buscaban “burlar la ley”.