Si bien el Grupo Clarín lo presenta como un testigo amenazado y que podría complicar a Boudou, su declaración en realidad defendía el accionar del vicepresidente en la causa Ciccone.
Marco D'Andrea // Redacción En Orsai // Miercoles 21 de mayo de 2014 | 17:19
El multimedio asegura que uno de los testigos claves de la causa debió irse del país por amenazas. En ese sentido, busca demostrar que la declaración de José Guillermo Capdevilla complicó al vicepresidente, cuando en en realidad lo favoreció.
¿Quién lo amenazó entonces? Conrtadictoriamente, Clarín sugiere que lo habría hecho el propio Boudou.
El poder de fuego del Grupo Clarín es inmenso y si bien la desmentida es evidente, el daño causado es claro. El multimedio, como parte interesada, vuelve a montar una operación contra el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, en la que busca instalar que su entorno amenazó a un testigo de la causa Ciccone que lo habría complicado.
Sin embargo, según consta en la causa, la declaración favorece en forma clara al ex ministro de Economía.
El testigo en cuestión, José Guillermo Capdevilla, que ahora asegura haber huido del país debido a las amenazas recibidas, declaró a favor del Vicepresidente de la Nación.
Capdevilla fue citado en la causa porque se desempeñaba al mando de Dirección General de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Economía, cuando la AFIP envió una consulta a la cartera entonces comandada por Boudou, en relación a la situación de Ciccone Calográfica.
En condición de testigo, Capdevilla declaró -según consta en los documentos judiciales-: “Preguntado por el Sr. Fiscal para que diga si recibió alguna indicación forma o informal de algún funcionario de la cartera a la que pertenece en punto a la forma o el contenido de la respuesta a la consulta remitida por AFIP, respondió: ‘No. La consulta fue respondida en base a lo que las leyes indican para cada caso, de acuerdo a mi competencia”.
Es decir, según el testimonio el ministro de Economía de la Nación en ese momento, el Licenciado Amado Boudou, no recomendó ni formas ni contenidos con respecto a la respuesta.
En la foja siguiente, Capdevilla amplía su declaración en favor del Vicepresidente: “A mi modo de ver, ningún Ministro contestaría que se cierre una empresa estratégica y que se pierdan fuentes de trabajo; tampoco contestaría que no se preocupe por el interés recaudatorio, porque la experiencia demuestra que la AFIP recauda mejor en un plan de pagos que en una quiebra”.
Acerca de la cuestión de fondo, sobre si el propio Boudou recomendó otorgar el plan de pagos a la imprenta, el propio Capdevilla lo desestimó: “Según mi lectura de la consulta el significado de la respuesta del Ministerio, cuando dice que proceda a la sustanciación del pedido de la empresa Ciccone según sus facultades, se refiere sólo a darle trámite, lo cual no se traduce en una respuesta positiva necesariamente. En otras palabras, el Ministro no le está dando la instrucción o la orden de que se otorgue lo solictado, sino que dice que lo sustancie, es decir, que le de el trámite que corresponda según las facultades que tiene el organismo”.
La declaración, a todas luces favorable para Amado Boudou, es lo que omite la prensa opositora a la hora de asegurar que en la misma el vicepresidente salió perjudicado, lo que lleva a pensar que las amenazas podrían provenir de su entorno.
Al tomar conocimiento del verdadero peso de las declaraciones, la operación montada por Clarín pierde todo su sentido ya que nadie amenazaría a un testigo favorable a sí mismo.