Deconstruyendo la Memoria

Reflexiones de Graciana Peñaflor tras la marcha y el debate sobre el Número de Desaparecidos

Tras la reciente conmemoración del Día por la Memoria, la Verdad y la Justicia, surgen críticas y cuestionamientos sobre la cifra de desaparecidos durante la última dictadura militar en Argentina, así como sobre la naturaleza de los crímenes cometidos. La respuesta de Gracia Peñaflor.

Reflexiones de Graciana Peñaflor tras la marcha y el debate sobre el Número de Desaparecidos

Redacción EnOrsai // Lunes 25 de marzo de 2024 | 16:14

La marcha por la memoria del pasado 24 de marzo ha avivado el debate en torno a la cantidad de desaparecidos durante la dictadura militar en Argentina. La ausencia de tumbas y la clandestinidad en que se dieron los hechos dificultan establecer un número preciso, mientras que la prolija destrucción de documentos por parte del gobierno militar agrega aún más incertidumbre.

Por este motivo en un hilo de Twitter, Graciana Peñaflor respondió que los 30.000 desaparecidos han sido adoptados como un número simbólico, pero ¿Cuánta verdad hay en esta cifra? Documentos desclasificados en EE.UU. revelan que el Ejército argentino admitió 22.000 crímenes hasta 1978, aunque esta información no deja de ser controvertida.

 

 

Más allá de la cifra, es crucial entender la naturaleza de los crímenes cometidos. No fue una guerra, como muchos sugieren, sino una violación sistemática de los derechos humanos por parte del Estado. Los crímenes de lesa humanidad requieren un ataque generalizado o sistemático contra la población civil, perpetrado con el conocimiento del Estado.

La teoría de los "dos demonios" cae por su propio peso: no hubo una guerra entre iguales, sino una persecución organizada por el Estado contra grupos desarmados. Las organizaciones políticas, por más subversivas que fueran, no estaban en condiciones de actuar como un Estado.

El homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado es válido, pero no exime de responsabilidad a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad. La búsqueda de verdad, memoria y justicia debe incluir también el reclamo por la identidad de los nietos apropiados y el reconocimiento de los crímenes continuados.

En última instancia, el grito sigue siendo el mismo: Verdad, Memoria, Justicia. Y un homenaje especial a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, cuyas luchas sin descanso nos recuerdan que la memoria no se mancha con sangre.

 

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