Contribuye a la diversificación de la matriz energética, la sustitución de importaciones, el autoabastecimiento energético y la soberanía nacional

A orilla del río Paraná, a 115 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, el Estado dice presente. La central nuclear Atucha II-Presidente Néstor Carlos Kirchner comenzó horas atrás a entregar energía eléctrica al Sistema Interconectado Nacional (SIN). “Es un hecho histórico'', destacó el ministro de Planificación, Julio de Vido. Y verdaderamente lo es: la Argentina ya tiene en funcionamiento tres centrales nucleares y confirma el liderazgo latinoamericano en la materia.

De Vido estuvo presente en el momento de la llamada sincronización. La central se encuentra en la localidad de Lima, en el partido de Zárate. Ayer aportó para los hogares argentinos sus primeros 17 megavatios. Gradualmente aumentará la potencia hasta llegar finalmente al 100 por ciento de su capacidad antes de fin de año. Así sumará 745 megavatios de potencia eléctrica, lo que significará un incremento del 4 por ciento en la oferta total existente a nivel país.

En declaraciones a la prensa, De Vido dijo que se sentía “muy orgulloso” del trabajo concretado en Atucha II que contribuye a la “diversificación de la matriz energética, la sustitución de importaciones, el autoabastecimiento energético y la soberanía nacional''. El ministro ratificó la expectativa de que capitales chinos y rusos concreten futuras inversiones en la construcción de la cuarta y la quinta central nuclear en Argentina.

LOS DATOS DEL PROGRESO

* La construcción de Atucha II-Néstor Kirchner demandó una inversión de 18.000 millones de pesos.

*  El 88 por ciento del desarrollo nuclear de la central fue realizado en la Argentina.

* El combustible de la planta es uranio natural, en tanto el agua pesada es usada en el generador a manera de moderador y refrigerante.

* El reactor dará energía para los próximos 60 años.

* Cuando llegue a los 745 megavatios, a fin de año, la oferta de energía abastecerá a la demanda equivalente a tres millones de habitantes.

* La entrada en funcionamiento de esta usina nuclear contribuye a la sustitución de importación de combustibles por un valor estimado en unos 1.500 millones de dólares anuales.

* El reactor fue diseñado por la empresa Kraftwerk Union (KWU), controlada por Siemens, aunque cuando la obra fue retomada, la multinacional alemana se había alejado del negocio nuclear, por lo que la estatal Nucleoléctrica Argentina (NASA) fue designada para culminar la central.

LA HISTORIA

El contrato para la construcción de Atucha II se suscribió en mayo de 1980, pero años después la energía nuclear dejó de ser tenida en cuenta y luego, en los años noventa se redujo el presupuesto de la Comisión Nacional de Energía Atómica y se intentó pasar a manos privadas las centrales nucleares. De esa forma, Atucha II quedó interrumpida en 1994 y fue retomada recién en 2006 cuando el entonces presidente Néstor Kirchner lanzó el Plan Nuclear Argentino.

El reinicio de la obra requirió la recuperación de técnicos y profesionales en materia nuclear, así como contratistas y proveedores, la formación de soldadores, cañistas y montadores, especialidades que précticamente habían desaparecido a nivel local.

De Vido destacó ayer que desde 2006 hasta el presente, el Estado invirtió 14.000 millones de dólares en el desarrollo de la energía nuclear. Los fondos para la finalización y puesta en marcha de la central Néstor Kirchner provienen de aportes del Tesoro nacional, de un programa de financiamiento a largo plazo de la ANSeS y, en una menor proporción, de fondos propios de Nucleoeléctrica derivados de la operación de las centrales usinas Atucha I y Embalse.