Colocación récord de deuda para congraciarse con el Fondo

El gobierno de Javier Milei pisó el acelerador en la colocación de deuda: emitió 2.500 millones de dólares como gesto de buena voluntad antes de la revisión del FMI prevista para fin de mes. Lo hizo abriendo de par en par las puertas a los fondos especulativos internacionales: eliminó la exigencia del plazo mínimo de permanencia y levantó restricciones clave del cepo para esos capitales.

Pero mientras el oficialismo festeja la entrada de divisas, desde el propio círculo rojo se alzaron voces de alarma. Eduardo Constantini, empresario financiero de peso, advirtió que esta estrategia podría tener consecuencias peligrosas para el plan económico del gobierno.

Te puede interesar: El país en venta: cómo Milei y Caputo ejecutan el saqueo económico más brutal desde la dictadura

???? Barra libre para los fondos especulativos

Para hacer más atractiva la licitación, el gobierno flexibilizó las condiciones de ingreso al mercado argentino para los capitales extranjeros. En concreto:

• Eliminó el plazo de permanencia mínimo de seis meses, que antes limitaba la bicicleta financiera.

• Desactivó la restricción cruzada para operar en el mercado oficial y el contado con liquidación (CCL), aunque esta restricción sigue vigente para las empresas argentinas.

El resultado: un flujo inmediato de dólares, pero también una mayor exposición a la volatilidad de los fondos golondrina, que pueden entrar, especular y salir sin freno ni consecuencias.

Constantini prende la alarma: “Es riesgoso”

En declaraciones a Bloomberg, el empresario Eduardo Constantini no se guardó críticas:

“Eliminar el plazo de permanencia mínima y focalizarse sólo en la colocación de deuda es algo riesgoso para el plan del gobierno.”

La frase, más allá de su tono técnico, encierra una advertencia poderosa: la estrategia de Milei es insostenible. Y no lo dice cualquier economista de oposición: lo señala un actor clave del mercado, alguien que —como insinuó irónicamente el periodista Juan Strasnoy en Radio 10— no suele quedar “fuera del reparto”.

¿Quién se beneficia con esta jugada?

La crítica de Constantini insinúa que no todos los jugadores del sistema financiero fueron invitados a esta nueva ronda de la timba. En ese mundo donde los vínculos pesan más que los balances, quedarse afuera puede ser motivo suficiente para levantar la voz.

Pero la pregunta de fondo es más profunda:
¿Quién paga esta fiesta?

• El Estado acumula deuda.

• Los fondos se llevan su tajada sin restricciones.

• Las empresas argentinas siguen restringidas por el cepo.

• El FMI recibe su pago, contento.

• Y la ciudadanía... paga los platos rotos.

Milei, deuda y sumisión al FMI

Este nuevo ciclo de endeudamiento acelerado recuerda las peores prácticas del macrismo. Pero con una diferencia: Milei ni siquiera disimula. Su plan es explícito: ajuste interno y endeudamiento externo como pilares del "orden".

La visita del FMI a fin de junio será el momento de rendir cuentas. Pero el gobierno ya se muestra servicial: coloca deuda, garantiza condiciones excepcionales a los fondos y manda señales de “responsabilidad” financiera que sólo convencen a los especuladores.