
El gobierno de Milei acelera la crisis en la industria metalúrgica: despidos en Tenaris SIAT y amenaza de flexibilización laboral
En Orsai // Viernes 07 de marzo de 2025 | 08:22
La política de ajuste y desindustrialización impuesta por el gobierno de Javier Milei comienza a mostrar sus efectos más crudos en la siderurgia. La planta Tenaris SIAT, ubicada en Villa Constitución, enfrenta despidos masivos y la posibilidad latente de un cierre definitivo. Para Pablo González, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de esa localidad, lo que está ocurriendo es el resultado de una administración que desprecia la producción y apuesta exclusivamente a la especulación financiera.
"Este país está conducido por un demente total que apuesta a las bitcoins, a la renta financiera y no al trabajo legítimo y genuino de la industria", disparó González en una entrevista con Radio 10. Su denuncia no es menor: la destrucción del aparato productivo nacional ya no es una amenaza, sino una realidad tangible que se traduce en pérdida de empleo, reducción de derechos laborales y el avance de políticas de flexibilización impuestas por las patronales con el aval gubernamental.
La siderurgia es uno de los sectores más golpeados por la falta de inversión en obra pública y la apertura indiscriminada de importaciones. La planta de Tenaris SIAT, que fabrica tubos para gas domiciliario y estructuras de ingeniería, comenzó su declive en enero del año pasado. En 2022 y 2023, la empresa había experimentado una reactivación significativa, con 150 empleados propios y 30 contratistas. Sin embargo, la situación cambió drásticamente cuando el grupo Rocca decidió suspender contratos y reducir el plantel.
Desde hace seis meses, los trabajadores venían soportando una dinámica de suspensiones con apenas dos semanas de trabajo al mes. Ahora, la empresa tomó la decisión de no renovar el acuerdo de suspensiones, lo que derivó en una ola de despidos ejecutados a través de telegramas enviados en pleno cese de actividad de la planta. "Los telegramas llegaron con el artículo 31, aduciendo preaviso, y fueron dirigidos a compañeros con entre 15 y 20 años de antigüedad", denunció González.
El secretario general de la UOM en Villa Constitución también alertó sobre la connivencia entre la empresa y el gobierno para disciplinar a los trabajadores y debilitar la resistencia sindical. "Dejan a siete compañeros efectivos, que son los amigos de un gerente, los que rompen las medidas de fuerza", señaló. La estrategia es clara: generar terror entre los empleados, fragmentar la organización gremial y avanzar en un modelo de trabajo precarizado.
La planta cuenta hoy con apenas 83 empleados efectivos y contratados, además de 25 a 30 trabajadores tercerizados, quienes también están bajo amenaza. "Dicen que hay solapamiento de tareas y que van a tomar con personal propio el trabajo de las empresas contratistas. En otras palabras, se avecina un intento feroz de flexibilización laboral", explicó González. Esto implicaría la polivalencia funcional, el reemplazo de empleados tercerizados por contratados con menores condiciones laborales y la sobreexplotación de quienes conserven sus puestos.
El modelo que se intenta imponer ya se vio en otras empresas. "Lo mismo hicieron en la granja Tres Arroyos en Concepción del Uruguay: amenazan con despidos para forzar la flexibilización. La receta es la misma", denunció.
La ausencia de un plan de desarrollo industrial es cada vez más evidente. "Este gobierno no hace nada por la producción, no genera empleo, no impulsa la obra pública, no planifica nada. Es todo timba financiera", lamentó González. La eliminación de subsidios, la suba de tarifas y la crisis de infraestructura suman más obstáculos a la ya golpeada industria nacional. "Las rutas están destruidas, hay cortes de luz constantes, y eso que la industria está funcionando al 30 o 40%. Si estuviéramos en un nivel de producción alto, nadie tendría electricidad", advirtió.
A la situación de despidos y flexibilización se suma otro frente de ataque: la negativa a homologar paritarias. "La discusión que se viene será la rebaja salarial. No van a querer dar aumentos, van a congelar los sueldos o forzar reducciones. Los empresarios ya lo están planteando: dicen que el dólar está apreciado, que los costos en dólares subieron, y que la única solución es echar gente o bajar salarios", alertó el sindicalista.
La gran incógnita es si el ajuste brutal que está sufriendo la planta de Tenaris SIAT es el preámbulo de un cierre definitivo. "Nuestra duda es si esto no es una antesala del cierre. No hay producción, no hay inversión, hay despidos masivos... Todo apunta a eso", sostuvo González.
Ante este panorama, los trabajadores no se quedarán de brazos cruzados. "Seguramente la semana que viene vamos a realizar un paro. Hoy la planta está paralizada por suspensiones, y la empresa aprovechó para enviar los telegramas. Pero no nos van a doblegar", afirmó el líder de la UOM.
El panorama para la industria nacional es desolador. La ofensiva del gobierno de Milei contra los trabajadores y la producción es evidente y se profundiza día a día. Mientras tanto, la especulación financiera sigue siendo la única prioridad oficial, en un modelo que repite, sin disimulo, las recetas neoliberales más feroces. La pregunta no es si habrá más despidos y cierres, sino cuántos más antes de que el país colapse productivamente.