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¿Qué es Atlas Network y cuál es su relación con las marchas anticuarentena?

"En Argentina, los personajes que luchan contra la cuarentena y azuzan discursos de odio están vinculados con think tanks como Atlas Network. Se imponen a través de las redes sociales, con bots y fake news, y también en los medios masivos de comunicación.

¿Qué es Atlas Network y cuál es su relación con las marchas anticuarentena?

indiepolitik.blogspot.com // Lunes 14 de septiembre de 2020 | 09:38

Aprovechándose de las necesidades económicas, el discurso de la derecha anticuarentena empieza a aflorar. Sus portavoces son ex miembros del gobierno de Mauricio Macri y líderes de opinión libertarios, que ponen todo en términos económicos y de libertades individuales por sobre el bien común y la salud.

Mientras, los medios hegemónicos insisten con frases hechas que se repiten hasta el hartazgo: que nos rige “un gobierno de infectólogos”; que tenemos “la cuarentena más larga del mundo” o que “no hay suficientes testeos”, entre otras, que además son falsas. Dan espacio a los voceros de estas ideas fuerza, incentivando el miedo y la violencia en sus audiencias.

Estas ideas están siendo instaladas por la derecha liberal en nombre de las libertades individuales. Su proyecto es el de un mercado sin límites; un Estado de mínima expresión funcional a sus intereses; y una ciudadanía que ofrezca su fuerza de trabajo y consuma. Este proyecto no está inventado en Argentina, claro. Viene, cuándo no, desde Estados Unidos. Haciendo una sencilla investigación se puede delinear el camino de vinculaciones entre los think tanks del gran proyecto liberal y los ideólogos locales de la anticuarentena.

Atlas Network es una organización fundada en Estados Unidos en 1981, cuyo objetivo es instalar los ideales de la mercadocracia y el liberalismo. Su visión: “Un mundo libre, próspero y pacífico donde los principios de libertad individual, derechos de propiedad, gobierno limitado y mercados libres estén asegurados por el estado de derecho”. Dan financiamiento a proyectos afines a través de premios y subsidios. En su web figura un fondo para la crisis del COVID-19 que asegura que “las respuestas a la pandemia que pueden justificarse a corto plazo probablemente representen amenazas a la libertad a largo plazo”. Es decir, piensan que hay que levantar las cuarentenas y otorgan fondos para instalar esa idea.

Atlas Network ayuda a establecer think tanks similares en todo el mundo. En su página web muestran que tienen 441 partners en 95 países del globo (en otro lugar dicen que son 475, y en su cuenta de Twitter, 502 en 98 países), 99 de los cuales están en América Latina. En Argentina se mencionan varias fundaciones encargadas de difundir estas perspectivas: Ayn Rand Center Latin America, Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina, Fundación Atlas 1853, Fundación Bases, Fundación Club de la Libertad, Fundación Educación para el Futuro y la Responsabilidad Intelectual, Fundación Liberalismo y Libertad, Instituto Acton para el Estudio de la Religión y la Libertad, Libertad y Progreso, Nosotros Los Contribuyentes y Fundación Libertad.

Estas entidades trabajan instalando ideales anti-Estado, pro-Mercado, y una concepción de libertad asociada a lo individual y a la propiedad por sobre lo colectivo y social. Como ejemplos, la misión declarada por Nosotros Los Contribuyentes es educar sobre el aspecto “confiscatorio” que tienen los impuestos y trabajar para su reducción. El Instituto Acton, por su parte, “defiende una base moral para la economía de mercado”. Esa base moral incluye afirmar que la crisis “es culpa de los políticos argentinos populistas”. Todas estas fundaciones, incluida Atlas Network, se financian con aportes individuales de personas de las que nunca conocemos sus nombres.

Pero cuando leemos la historia de Atlas Network en su página web, mencionan en sus primeras líneas a la Fundación Libertad de Argentina como uno de los referentes en estas orientaciones. Pues bien, la Fundación Libertad está cumpliendo un rol importante en la concepción, cohesión y divulgación de las ideas que privilegian lo económico en tiempos de crisis sanitaria. Sus principales actividades son conferencias donde los oradores son miembros de la elite dominante, incluidos funcionarios del macrismo. Así, nos encontramos con la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el ex candidato a vicepresidente Miguel Ángel Pichetto y el ex ministro de economía Ricardo López Murphy en un panel titulado “Repensar la Argentina”; o el ex ministro de Salud de un gobierno que disolvió ese ministerio, hablando sobre cómo gestionar la pandemia. O a Domingo Cavallo, ministro de economía responsable de las privatizaciones en los noventa y de la debacle social de 2001, dando cátedra sobre cómo salir de la crisis actual. Todos personajes que deambulan por los medios y las redes hablando contra la cuarentena y a favor del mercado.

La lista de socios de la Fundación Libertad es una caricatura que cierra el círculo: empresas de agronegocios, bancos, la Bolsa, laboratorios, empresas de medicina prepaga, empresas de seguros, algunos medios de comunicación.

La Fundación Pensar, think tank del gobierno de Macri, tenía en su directorio a todos los funcionarios de aquella gestión: el propio Macri era su presidente honorario. También fue parte de la red de Atlas Network. Las ideas se inyectaban directamente desde el centro del capitalismo liberal al gobierno argentino.

Por otro lado, están los líderes de opinión, vinculados a estas fundaciones, como por ejemplo Agustín Laje, José Luis Espert, Javier Milei, Miguel Boggiano o Agustín Etchebarne, verdaderos fusibles encargados de poner la cara en nombre de los think tanks. José Luis Espert se pasea por los medios en calidad de opinador sobre economía. Fue candidato a presidente en las últimas elecciones, sacando un magro 1% de los votos. Aun así, para los medios concentrados su opinión es representativa.

Javier Milei también aparece constantemente en los medios audiovisuales masivos asegurando que debe desaparecer el Estado. Agustín Laje, por su parte, tiene incidencia como líder de opinión a través de las redes sociales. Su mirada anti izquierda y machista es particularmente grotesca. Preside otra fundación (Fundación Libre), donde Milei es miembro del Consejo. Estos personajes, autodenominados libertarios, son representantes de ese liberalismo económico que viene con derecha reaccionaria, xenófoba y misógina. Es decir, un neofascismo de mercado".

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