(Por Walter Onorato) Gracias al blindaje mediático, la semana que pasó debería haber sido una de las más negras para Horacio Rodríguez Larreta desde que es jefe de Gobierno. La multiplicación de contagios en los barrios vulnerables, la muerte de dos referentes del Barrio Padre Mugica (exVilla 31) Víctor Giracoy y Ramona Medina; la aparición de COVID-19 en todos los institutos de menores de la Ciudad; el desborde de casos en el Hospital Borda y el incumplimiento de los protocolos sanitarios en el Ramos Mejía fueron algunas de las noticias de la semana que hubieran sido suficientes para que los medios de comunicación lo hubiesen criticado con dureza cuestionando su desempeño ante la pandemia de no ser por la millonaria pauta publicitaria que reciben.

Si lo anterior parece demasiado, podemos empezar diciendo que la justicia le exigió al jefe de gobierno que presente en sólo cinco días (a partir del viernes) un protocolo de atención de la emergencia sanitaria debido al exponencial aumento de casos de coronavirus en los barrios más vulnerables del sur de la ciudad.

IMPENSADO El jefe de campaña de Espert reconoció que Larreta lo financió para las presidenciales

El juez debió exigirle a Larreta que provea de barbijos, guantes de látex y elementos de higiene y, cómo si eso fuera poco, le recordó al jefe de gobierno que garantice el aprovisionamiento de agua potable junto al mantenimiento de la limpieza de comedores, ferias y comercios.

El cachetazo judicial fue dictado por el juez en lo contencioso administrativo Darío Reynoso fue como respuesta a una medida cautelar presentado por los comuneros Ignacio Álvarez, de la Comuna 4, y Miguel Ángel Eviner, de la Comuna 8. Además el magistrado advirtió en el escrito sobre el “grave riesgo a la propagación ante un potencial brote” del virus Covid-19 alertando sobre la peligrosidad de la situación al señalar que “pueda tornarse incontrolable”.

El Juez expresó además que del cotejo de documentos aportados por Rodríguez Larreta, según informó Página 12, se sacó la conclusión de que no existe un protocolo específico de acción y prevención para villas, asentamientos y barrios vulnerables. Señaló además, dejando en evidencia al Gobierno de la Ciudad que no hubo comunicación a las comunas sobre la implementación del programa Detectar (de búsqueda de personas con síntomas para su aislamiento y cuidado) en los barrios vulnerables.

En la semana negra de Larreta también debemos mencionar la reunión que el viernes por la mañana tuvo con vecinos y vecinas de diferentes villas de la capital. Una reunión a destiempo y que Larreta debió dar obligado porque Alberto Fernández se juntó previamente con ellos para escucharlos y contenerlos. Una reunión que Larreta les venía negando desde el mes de abril a los vecinos de los barrios más golpeados.

Johana Ybarrolla, quien participó de la reunión con Larreta, Santilli y Migliore expresó que querían “poder mirarlos a los ojos y decirle el dolor que causaron y cómo duele, la muerte de Ramona!.” Agregó que “claramente esta reunión llegó tarde porque lo veníamos anunciando a principios de la cuarentena que los barrios no daban abasto frente a la pandemia. Esta reunión la habíamos pedido el 30 de abril cuando ya se veía el desborde de las villas, cuando todavía estábamos a tiempo para tomar las medidas necesarias y evitar todo lo que sucedió, cuando todavía estaba Ramona…”

COSTÓ CARO Detuvieron a una pieza clave de la escandalosa compra de barbijos de Larreta

“Hay muchos vecinos y vecinas que viven en las mismas condiciones en las que Ramona gritó, entonces vinimos con un punteo de demandas urgentes, desde lo sanitario, alimentario, exigencias para la familia de Ramona." Y apuntó con certeza, esa que no tienen los grandes medios a pesar de saberlo todo, cuando dijo que "pedimos la renuncia de Diego Fernández, enfrente de la Secretaría de Integración Urbana de la Villa 31 ya que con los 170 millones que le dio el Banco Mundial, según informa su propia fiscalización, realizó el 1% de las obras para que llegue Agua Potable.”

Finalizando, Johana explicó que “doce días sin Agua estuvimos en la villa 31 y todavía hoy hay varias manzanas sin agua potable. El último punto Larreta y Santilli no pudieron escucharlo porque se retiraron a una reunión del Comité de Urgencia como si fuera que lo que fuimos a plantear no era urgente.”

Pero volviendo al principio de esta semana negra de Larreta, el martes detuvieron en Merlo al intermediario de la escandalosa venta de 5 millones de barbijos que nunca fueron entregados al Ministerio de Salud porteño. Nos referimos al farmacéutico Damián Nev quien a través de la empresa E-ZAY y gracias a una contratación directa basada en la emergencia sanitaria, el gobierno de Horacio Rodriguez Larreta, sin consultar los antecedentes de la firma y sin recibir un solo barbijo, transfirió por adelantado $162.350.000 (eran 170 millones menos los impuestos). El escándalo es mucho mayor cuando el farmacéutico detenido informa a la justicia de que la Ciudad terminó pagando los barbijos un 120% más caro ya que la empresa E-ZAY (la ganadora de la contratación directa) vendió cada barbijo a $68, pero Nevi declaró que recibió sólo $30 por unidad.

El miércoles, en un comunicado firmado por el Comité de Emergencia y la Junta Vecinal de la Villa 21/24 los vecinos expresaron que “tenemos en el Hospital Ramos Mejia vecinos con COVID 19 confirmado en la misma sala donde hay vecinos que no lo tienen. No hay protocolo, no hay respuesta y hay mucho miedo.” Además acusan que los vecinos “debieron esperar todo el día ser atendidos, personas con COVID 19 y contactos estrechos en el mismo espacio, personas con síntomas a las que las llevaron a recorrer hospitales y no las reciben, familias sin barbijo, poca información.”

Esta denuncia se vio fortalecida ante la viralización de un video el día martes, donde pacientes del Hospital Ramos Mejía reclamaban por la falta de aislamiento y según relataba una madre un niño con covid positivo estuvo en contacto con otros sin respetar el distanciamiento debido.

El legislador porteño Santiago Roberto del Frente de Todos expresó su preocupación por "las imágenes que se conocieron del Hospital Ramos Mejia, donde no se ve ningún protocolo sanitario como asegura el Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta. Las personas están hacinadas en habitaciones sucias. Sin distanciamiento social y en condiciones no aptas de higiene y salubridad. Esto sufren los vecinos y vecinas de la villa 21-24 sospechados de tener de coronavirus. Es una vergüenza que para el Gobierno porteño haya ciudadanos de primera y de segunda".

Pero la semana continuaba como continuaron los problemas para el jefe de gobierno. El jueves se dió a conocer desde algunos medios la existencia de casos de COVID-19 en todos los institutos de menores de la Ciudad de Buenos Aires. Estos son el San Martín, Agote y Belgrano. También en el centro de detención en el que son alojados antes de pasar a las instituciones. Los positivos fueron un joven de 16 años, dos enfermeras y un agente de seguridad que tuvieron contacto con unas 56 personas y debieron ser puestas en aislamiento. Si bien los casos de coronavirus habían sido registrados en las últimas dos semanas el jueves recién tomó estado público.

El mismo jueves la jueza en lo Contencioso Administrativo y Tributario 12, Alejandra Petrella, ordenó que el gobierno porteño “arbitre los medios a fin de dotar a todas las personas internadas en los hospitales psiquiátricos de protección personal” e insumos para la “prevención del contagio del coronavirus” tras hacer lugar a un recurso presentado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). La medida establece que se entregue a los hospitales Borda, Moyano, Alvear y Tobar “elementos de higiene y seguridad (jabón, toallas, alcohol en gel) en servicios, pabellones y consultorios externos. El 11 de mayo se había confirmado el primer caso positivo que no fue aislado ante los primeros síntomas y se lo mantuvo en el pabellón compartido sin ningún tipo de protocolo preventivo. Ahora se calcula que son unos 20 los contagiados en el hospital Borda.

Para finalizar la semana, el viernes, la legisladora porteña Cecilia Segura Rattagan, del Frente de Todos, le pidió a Larreta que informe sobre las condiciones de hospedaje, control y residencia en hoteles habilitados para asistir a personas bajo el contexto de la pandemia. “Hemos recibido inquietudes de los vecinos de los barrios más vulnerables sobre las condiciones en que se encuentran algunos de sus familiares que están alojados en los establecimientos que el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires dispuso para el aislamiento preventivo de los casos positivos de Covid-19, han manifestado que las condiciones en las que transitan este aislamiento no son las más aconsejables para sobrellevar esta pandemia que nos aqueja” aseguró la legisladora en el pedido de informe.

Agregó que “creemos necesario que el Poder Ejecutivo informe en qué estado se encuentran estos establecimientos y sobre todo las condiciones de los pacientes que están alojados en los mismos. vemos con mucha preocupación cómo es el abordaje de la pandemia en los barrios más vulnerables, los cuales diariamente se ven castigados, por el virus y por la desidia con la que sienten ser vistos por parte del Ejecutivo de la ciudad.”

PERIODISMO DE GUERRA Los medios opositores, unidos por un contrasentido: quedate en casa pero salí

La pandemia demostró las falencias de un gobierno que no estaba preparado para prevenir una ola de contagios desde las villas y ahora desde el poder judicial y legislativo de la ciudad le están reclamando las pertinentes explicaciones del carácter clasista con la que se intentó tratar a la pandemia. La gran mayoría de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires están inoculados contra las noticias que salpican el mal desempeño de Larreta. Es el blindaje y es efectivo.

Pero mientras tanto, sucede lo que describió Luis Bruschtein hace unos días en Página 12, “la desigualdad y la pobreza se convirtieron como en todas las crisis en el factor más vulnerable. Si hay crisis económica, los que más sufren son los que tienen menos recursos; si la crisis es social, de seguridad o de drogas, es en los pobres donde más impacta, y si es sanitaria, como la del coronavirus, las villas amenazan convertirse en focos de la epidemia.”