Es una historia larga, de hace mucho tiempo atrás. Fue un momento muy singular para mí porque yo tenía 24 años

El presidente Mauricio Macri concedió una entrevista al programa “60 minutes”, de la cadena estadounidense CBS, y le preguntaron sobre sus negocios con Donald Trump, el magnate de ultraderecha que corre la carrera presidencial en Estados Unidos y se perfila como ganador de la interna republicana. Macri intentó hacerse el distraído, pero terminó admitiendo el vínculo: “Es una historia larga, de hace mucho tiempo atrás. Fue un momento muy singular para mí porque yo tenía 24 años”.

La historia es simple y se puede explicar fácilmente, aunque ahora el presidente intente restarle importancia. Desde 1979 hasta 1984, el grupo Macri quiso construir conjuntamente con la empresa de Trump un edificio de 150 pisos en Nueva York. El periodista estadounidense Joe Goldman, que ha investigado el vínculo entre los empresarios, detalló, el año pasado, en una entrevista con Víctor Hugo Morales, que cuando Trump viajó a Argentina en 1984, fue Macri “el encargado de hacer el tour para él, incluyendo un asado en el campo con Donald Trump y su esposa Ivanna". Desde entonces, son buenos amigos. De hecho, en 2005, 20 años después de aquel proyecto descomunal, Macri contó que “cada vez que voy a Nueva York lo visito, voy a comer con él”.

La controversia en torno a la figura de Donald Trump no se debe únicamente a su discurso xenófobo, misógino, homofóbico y belicoso (que ya sería lo suficientemente preocupante por tratarse de una persona que puede llegar a gobernar una de las mayores potencias del mundo), sino también a sus vínculos con gángsters y mafiosos de Nueva York y Atlantic City.

Cómo podría llegar a afectar las relaciones bilaterales un eventual triunfo de Trump en las presidenciales de noviembre escapa a cualquier especulación, pero lo cierto es que el vínculo entre ambos da otra dimensión a lo que Macri quiso decir cuando declaró que la Argentina va a acercarse a Estados Unidos “gane quien gane”.

La respuesta de Macri sobre su vínculo con Trump no fue la única en la que el presidente intentó desviar la atención e irse por la tangente. Cuando Lesley Stahl le preguntó sobre los miles de despidos de trabajadores del Estado, el presidente respondió “lo necesitábamos”. Luego, en relación a la cantidad de decretos presidenciales que firmó desde su asunción, contestó: “Estoy aplicando la Constitución. Siempre respetaré mi Constitución. Es muy buena. La oposición siempre tiene que criticar algo”.