El juez de casación penal Alejandro Slokar opinó sobre el proyecto de reforma del Código Penal, pero más allá de los pormenores, defendió la discusión al respecto y valoró la puesta en común y la apertura a críticas en los debates públicos que se están llevando a cabo.

En diálogo con Radio Nacional Rock, el magistrado, sin dar nombres, fue muy duro con quienes juntan firmas en una esquina porque “eso no tiene nada que ver con la democracia” e indilgó la responsabilidad a “políticos inescrupulosos” y “empresarios de la comunicación”.

Además, profundizó la discusión al salir por un instante sobre si hay o no que debatir un nuevo código y se preguntó por el valor de la vida humana en relación con el valor a la propiedad.

“Respecto a la reacción que hubo frente a un material que era desconocido, porque se dio a conocer al público hace 48 horas, creo que es propio de la demagogia punitiva que fue encabezada por algunos políticos inescrupulosos y empresarios de la comunicación, porque en verdad esto que se hizo fue montar un aparato enorme de publicidad, de marketing, con mensajes cortos no racionales y falaces desde luego, pero con alto impacto. Estos son ideales para la televisión comercial y desde ese lugar se dijo, ‘no envíen el proyecto al Congreso, no me vengan con teorías’”, opinó el juez Slokar.

El magistrado agregó que esos “clichés o slogans se pretenden plebiscitar en las esquinas de las ciudades. Ahora, llenar una planilla de firmas no tiene nada que ver con la democracia y no tiene nada que ver tampoco con el ámbito de pensamiento, con la racionalidad que debe ser el punto de partida de cualquier reforma legislativa”.

El juez Slokar recordó que, “este fenómeno” de discurso punitivo, “ya tuvo lugar hace casi una década y los resultados están a la vista porque no se ganó en más eficacia” y subrayó que esto se pretende “desde un lugar equivocado de vincular un código penal con la seguridad”.

“Mucho menos se ganó en legitimidad, porque muchas de aquellas reformas fueron descalificadas por inconstitucionales, es decir, por atentar contra principios y derechos que están consagrados en las leyes superiores y porque lo que definitivamente hicieron fue desguazar un código”, estimó el juez.

Sin tomar aire para respirar, Slokar analizó la situación actual y sostuvo que, “hoy Argentina es fruto de ese gatillo fácil legislativo. Esa incesante reformanía de leyes penales. Así el Código fue desvirtuado, fue desnaturalizado. Hoy se vive la peor etapa legislativa en materia penal en nuestro país, porque en rigor se vienen a consagrar penas que son superiores a los atentados contra la vida a robos con armas con intervención de un menor”.

Tal vez lo más denso de su discurso no estuvo vinculado a los dimes y diretes de la coyuntura política en relación al Código Penal, sino a la valoración de un concepto primario, basal, sobre lo que se entiende por justicia.

El magistrado se preguntó: “Cómo puede valer más la afectación a la propiedad que la eliminación de una vida humana, como puede valer más portar un arma bajo ciertas condiciones que provocar lesiones graves a una víctima. Esto es inadmisible. Y eso requiere una reforma indispensable que no es negada por nadie”.