La llegada del exjuez Alberto Baños a la Secretaría de Derechos Humanos genera inquietud y controversia. Su historial, vinculado a decisiones polémicas en el Poder Judicial, sus simpatías hacia las fuerzas de seguridad y su cuestionado manejo en casos sensibles plantean preocupaciones sobre el rumbo de esta cartera.
Redacción EnOrsai // Martes 12 de diciembre de 2023 | 06:50
El exjuez Alberto Julio Baños, reconocido por su historial en el fuero penal y por su apodo de "duro entre los duros", asumirá la dirección de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Baños se distinguió por su polémica actuación en diversas causas sensibles, incluyendo la investigación por la desaparición de Arshak Karhanyan, donde se resistió a apartar a la Policía de la Ciudad pese a controversias y deficiencias en el caso.
Si bien aún no hay confirmación oficial sobre el estatus de la Secretaría, se encendieron alarmas ante la posibilidad de que pierda su rango de Ministerio y sea restringida a "Justicia". La asociación de Baños con el penalista Mariano Cúneo Libarona, actual ministro de Justicia, inquieta a organismos de derechos humanos, quienes temen una potencial debilitación de políticas relacionadas con la memoria y la violencia institucional.
Después de días de incertidumbre, se supo que la Secretaría de Derechos Humanos quedará a cargo del exjuez Alberto Julio Baños.
— roberto taboada (@robertotaboada5) December 11, 2023
Baños renunció como magistrado en septiembre, cuando estaba a cargo de la causa por la desaparición de Arshak Karhanyan. Después de reiteradas
El polémico historial de Baños, su vinculación a casos de alto impacto y su enfoque restrictivo en las investigaciones, ha generado críticas y preocupaciones sobre el futuro de la Secretaría. Su llegada supone un giro significativo respecto a la gestión anterior, liderada por Horacio Pietragalla Corti, quien se destacó por su enfoque contra la violencia institucional y su búsqueda de celeridad en los procesos contra genocidas.
Los reclamos por el cierre de la Secretaría por parte de sectores castrenses, sumados a la renuncia de Cúneo Libarona a la defensa de un policía retirado, generan incertidumbre sobre el rol y las políticas que adoptará este organismo bajo la dirección de Baños.