Cada vez más son los casos donde los uniformados de todas las fuerzas protagonizan casos de gatillo fácil o torturas a los pibes de barrios humildes. Sin embargo, en el conurbano el Presidente y la Gobernadora enviarán más efectivos. Despliegan las Fuerzas Armadas para inteligencia.
Pep - Redacción En Orsai // Lunes 17 de octubre de 2016 | 07:23
La respuesta obvia a las políticas de ajuste parece cada vez más obvia y al mismo tiempo violenta. Es que el necesario control social se explica con el despliegue de más uniformados en el territorio.
Un acuerdo de Macri, Vidal y los intendentes del conurbano estimará la presencia de más fuerzas armadas en los barrios. De esta manera serán tres las fuerzas que patrullarán las calles: bonaerense, policías locales y la gendarmería.
Nada parece importar las denuncias y los casos de gatillo fácil que involucran a los uniformados. Tampoco hay una condena pública de los funcionarios ante los hechos que son denunciados en los medios.
El silencio oficial solo actúa como avala a ese tipo de política represiva que exhibe lo peor del sistema: hace falta mano dura para acallar cualquier tipo de manifestación social que se levante contra las políticas de ajuste.
Además, Macri tiene a la espera dos decretos que facultarían al Ministerio de Seguridad a disponer de las Fuerzas Armadas en la seguridad interna. Algo que sería de una brutalidad inusitada desde la vuelta de la democracia y después de la dictadura cívico militar.
Escándalo:
— En Orsai (@EnOrsai) October 15, 2016
Alto funcionario de Macri pide a sus empleados que trabajen en negrohttps://t.co/wf2tJAarYX pic.twitter.com/GZmoI1TblP