Tenemos que garantizar la vuelta al trabajo a partir del 7 y no volver a pasar lo que nos pasó en el año 98, con la ciudad vacía y la cantidad de desocupados.

Esta semana vence el acuerdo que firmó la administración anterior con empresas, sindicatos y provincias productoras para garantizar que no haya despidos por el lado de las empresas y que no escalen conflictos gremiales por el lado de los trabajadores y mantener el nivel de actividad.

Para eso se pactó, según especifica el diario El Cronista, que "el precio del barril interno de crudo se ubique por encima de los alicaídos valores internacionales".

El ministro de Energía y ex presidente de Shell, Juan José Ara Juan José Aranguren, había prometido antes de asumir que sostendría los valores pero el contexto internacional ahora es más adverso, ya que en diciembre de 2014 el barril cotizaba u$s 50.

La movilización, inicialmente impulsada por Petroleros Privados de la Patagonia, recibió el miércoles pasado la adhesión de Petroleros Jerárquicos. "Son 3.000 trabajadores con incertidumbre" precisó el dirigente del sector Jorge Ávila. Asimismo, Ávila recordó que "el 7 de enero los equipos tendrían que volver a operar pero como terminaron los incentivos esa posibilidad se pone difícil, por eso hacemos la movilización".

La concentración fue decidida de manera unánime y resolvieron que era tiempo de volver a salir a las calles, en paz pero como un claro llamado de atención hacia el Gobierno nacional.

Los trabajadores recordaron que "la crisis internacional del petróleo se profundiza, que el futuro de nuestra actividad no está garantizado" y que "el Gobierno nacional no ha ratificado la continuidad de los incentivos que posibilitan a medias el sostenimiento de la actividad".

También señalaron que "Tecpetrol (del grupo Techint) anticipó la suspensión del 40% de sus operaciones, que Sipetrol demora activar un equipo perforador, que Pan American suspendió actividades de 15 equipos perforadores y 26 workover licenciando a 1.400 trabajadores, y que YPF suspendió actividades de dos equipos perforadores y dos workover, licenciado a 400 trabajadores".

Finalmente, desde el sindicato se recordó que "el bolsillo del trabajador debe absorber el costo del descuento del Impuesto a las Ganancias y la pérdida del poder adquisitivo por los efectos de la devaluación impuesta por el nuevo Gobierno nacional".