Tengo una relación perfecta con Macri, el miércoles me reúno a las cuatro de la tarde en su despacho, además para subordinación y valor estuvo la dictadura

“Si nos toca morir será con las botas puestas. No vamos a andar mariconeando”, sentenció el verborrágico Luis Juez para anunciar que si la semana que viene, el intendente de La Docta, el radical Ramón Mestre (hijo), no abandona de convocar a la interna de la UCR dos días antes del cierre de listas en la provincia para las elecciones de gobernador del 5 de julio. Lo que dejaría menos de 48 horas para terminar de sellar la alianza cordobesa entre la UCR, PRO y el Frente Cívico para destronar al candidato delasotista Juan Schiaretti.

“Es una locura sostener una interna el 3 de mayo. El 5 de mayo hay que dar la lista provincial, algo que Ramón (Mestre) en esta desesperación que tiene de ser consecuente a quien le tributa el poder que es a De La Sota, cree que alguien puede aceptarle que podamos esperar hasta el 3 de mayo para sentarnos a discutir, de ninguna manera”, sentenció un Luis Juez enfurecido.

Claro que sus ambiciones personales también lo hacen tambalear. El domingo, en una entrevista concedida al diario La Voz”, Juez dijo que Macri ha sido “extremadamente injusto. Como el conductor, debe brindar para afuera una imagen de ecuanimidad, pero también de firmeza. Es injusto no saber valorar lo que han hecho unos y otros. El Frente Cívico se siente sancionado”. Pero el lunes, Juez volvió a rendirle pleitesía a Mauricio: “A Macri le entregué mi respeto, mi amistad, mi consideración y mi lealtad en todas mis expresiones, aún cuando puedo opinar distinto a él porque de eso se trata la democracia”, argumentó.

Al tiempo que Juez volvía a reclamar definiciones. “Tengo una relación perfecta con Macri, el miércoles me reúno a las cuatro de la tarde en su despacho, además para subordinación y valor estuvo la dictadura”, insistió el senador cordobés como para mostrar su espíritu rebelde. Juez quiere que el alcalde porteño ponga límites dentro de la “triple alianza” cordobesa para encolumnarse tras su candidatura, pero sin romper el embrujo que le produce la candidatura presidencial del porteño: “Voy a trabajar para que Macri sea presidente”, sentenció igual Juez.

La estrategia del gobernador cordobés Juan Manuel de la Sota –encolumnado con el PJ anti K y en negociaciones con Sergio Massa-- puso en crisis a la triple alianza macrista. De la Sota no adhirió a la ley nacional de las PASO y esperó hasta último momento para fijar la elección provincial mientras especulaba con ir de nuevo por la gobernación o mantener su endeble candidatura presidencial, que finalmente sostiene.

La demora, sumergió a la UCR que en una disputa feroz, donde Mestre quiere desbancar a su adversario Jorge Aguad –encolumnado con Macri— en una interna partidaria donde confía reunir la estructura necesaria para poner fin a las pretensiones de su correligionario. Pero la convocatoria quedó desfasada, a solo dos días del cierre de listas en la provincia para la gobernación.

Macri propuso entonces dirimir las candidaturas cordobesas con una serie de encuestas que él mismo encargaría. Juez y Aguad aceptaron pero Mestre se negó. Con lo que la “triple alianza” amenaza con disolverse y hasta partir a la UCR. “A mí no me van a venir a tocar, a mí el papel de díscolo no'”,  sostuvo Juez a Cadena 3 para marcar su condición de rebelde.  Pero al final, Juez vendrá a la ciudad de Buenos Aires para pedirle a Macri que fije las reglas de juego de los opositores cordobeses, con la advertencia de que si no se cortará solo. Una amenaza que hay que ver si concreta.