Alonso, una empeñada discípula de Elisa Carrió en las denuncias seriales, podría –si acepta la orden de su jefe político— dar pelea en el conurbano: un territorio desconocido para la diputada nacional, politóloga con master londinense, ex directora de Poder Ciudadano y cuya fundación personal es financiada por el fondo buitre de Paul Singer (que recibió el respaldo del juez neoyorquino Thomas Griesa en su disputa contra el Estado argentino).

“Laurita”, como se define en las redes sociales, está más acostumbrada a hacer política por Twitter que chapotear en el barro del conurbano. Pero su jefe político, Macri, necesita hacer pié en un territorio fangoso para su hábitos políticos. Especialmente, luego que el “Vasco” Othacehé firmó su pase a las huestes massistas y después que su principal opositor Gustavo Menéndez –-que le arañó el triunfo en las legislativas de 2013 en el  municipio--  abandonó el Frente Renovador tras el acuerdo del “renovador” Massa con Othacehé, le dio la espalda a Macri y se alineó con el gobernador Daniel Scioli.

Alonso, deberá enfrentarse a un Othacehé que maneja tanto o mejor que ella las denuncias públicas. El “Vasco”, un tradicional barón del conurbano que lleva 22 años en el poder municipal, se encargó de denostar y denunciar a todo opositor que intentó levantar cabeza en su distrito con el apoyo del poder judicial de Morón, donde tiene sus propios alfiles.

Claro, que esto demuestra la debilidad de uno y otro candidato  presidencial opositor. Massa –a pesar de triunfo en la provincia-- no dudó en transar con Othacehé su pase al Frente Renovador a pesar que su propio candidato Menéndez estuvo a punto de derrotarlo en las elecciones municipales de 2013. Menéndez tampoco sucumbió ante las luces de colores de Macri, que ahora apuesta por su incondicional Alonso.

Habrá que ver si “Laurita”, una denunciante serial contra la corrupción, que a pesar de ser diputada porteña canjea por plata los viáticos aeronáuticos que la Cámara baja otorga para viajes al interior –que nunca realizó—y que es financiada por los fondos buitre, está dispuesta a chapotear en el barro para dar batalla en el conurbano por su jefe político.