Hay una ofensiva contra Amado Boudou al mismo tiempo en que el fiscal de la causa aseguró que el Vicepresidente de la Nación debería ser sobreseído. Se busca generar el clima de adversidad para luego, ante el posible sobreseimiento, apuntar contra la Justicia. Una operación demasiado evidente.

Los medios destacaron que las declaraciones de Nicolás Ciccone y Guillermo Reinwick habían complicado a Boudou. Estas declaraciones, cubiertas por un manto de sospecha que incluyó la reunión de ambos testigos con Graciela Ocaña, buscaron ubicar a Boudou en una reunión para tratar, en persona, el tema Ciccone.

Esa reunión, según los declarantes, se habría producido en los estudios de TELEFE en ocasión de la visita de Boudou a uno de los programas del canal.

Sin embargo, Bianco, directivo de TELEFE, aseguró que fueron Ciccone y Reinwick quienes le pidieron contactarse con Boudou, y no al revés. Además, desmintió las declaraciones de los dos testigos, que además son imputados.

Bianco negó haber estado en una reunión en la que fue ubicado por Ciccone y Reinwick, lo que complicó la situación procesal de ambos imputados/testigos.

Asimismo, en la jornada de hoy, Castellano (London Supply) aseguró a la Justicia que puso $1.8 millones de dólares en Ciccone a pedido de Vandenbroele y no de Núñez Carmona.