INVESTIGACIÓN

El fideicomiso de Macri no es ciego y no incluye empresas ni cuentas off shore

En Argentina no existe la figura del fideicomiso ciego y el Presidente Macri le puso un título de fantasía a un tipo de contrato que sirve para evitar embargos. Incluyó bienes por $ 44 millones, cuando declaró bienes por $ 110 millones. No incluyó ningún inmueble, ninguna de las empresas y cuentas off shore, ni los supuestos préstamos que le hizo al intendente Néstor Grindetti y a Nicolás Caputo, beneficiario de millonarias obras públicas. Tampoco incluyó el alquiler de un departamento al titular de la AFI Gustavo Arribas. Revelamos el PDF completo del falso fideicomiso ciego.

El fideicomiso de Macri no es ciego y no incluye empresas ni cuentas off shore

Por ARI LIJALAD para Nuestras Voces // Miercoles 05 de julio de 2017 | 09:19

“He decidido hacer un fideicomiso ciego y destinar a un conjunto de personas independientes que van a disponer todos mis bienes y se van a encargar de administrarlo mientras dure mi tarea pública“, aseguró Mauricio Macri el 7 de abril de 2016. Cuatro días antes se habían conocido los Panamá Papers, que lo involucraron en una opaca red de empresas off shore. Lo cierto es que la figura del “fideicomiso ciego” no existe en la Argentina, que Macri no incluyó todos sus bienes, que es él quien decide quienes lo administran y que, por ende, aún puede intervenir en la administración de su patrimonio. Nuestras Voces accedió al contrato constituido bajo el nombre de Fideicomiso Ciego de Administración cinco días después de ese anuncio ante la Inspección General de Justicia (IGJ), donde queda al descubierto la puesta en escena de esta iniciativa.

Esto sí, esto no

Macri no puso todos sus bienes en el fideicomiso. Este es un dato que se conoció poco después del anuncio, pero que no tuvo condena ni seguimiento de la justicia mediática. En artículo 2.2 del contrato consta que los bienes no incluidos son los inmuebles que Macri utilizará como “vivienda o como residencia de descanso”, en aquellos “de los que es condominio o que es su intención no sujetar a explotación comercial” y “los recursos financieros necesarios para abonar sus gastos personales o los que pueda necesitar su familia”. Macri no esta obligado a poner todos sus bienes en el fideicomiso, pero mintió al anunciar que lo haría. Al comparar este contrato con la Declaración Jurada de Macri ante la Oficina Anticorrupción (OA) surgen diferencias que demuestran que la inclusión de bienes en este fideicomiso fue selectiva y no cumplió ni con lo que dice el contrato. Por ende, que el Presidente aún maneja diversos bienes y fondos. Estos datos corresponden a la Declaración Jurada de 2015, ya que aún no se conoce la de 2016, gracias a la iniciativa de Laura Alonso, titular de la Oficina Anticorrupción, que prorrogó su presentación hasta el próximo 31 de julio.

Según consta en el Anexo del contrato de fideicomiso, Macri incluyó sus acciones en las empresas 4 Leguas, Agropecuaria del Guayquiraro, Molino Arrocero Rio Guayquiraro y Maria Amina, y su participación en el Fideicomiso Inmobiliario Caminito. Tomando los importes que puso en su declaración jurada, tienen un valor de 44 millones de pesos. Teniendo en cuenta que su último patrimonio declarado fue de 110 millones de pesos se advierte que incluyó en el fideicomiso menos de la mitad. Lejos de “todos mis bienes”. Ante la consulta de Nuestras Voces, la IGJ aseguró que es el único documento que hay en el organismo respecto al fideicomiso de Macri, por lo que no hubo movimientos o no fueron informados.

En el mismo, no figura ni la participación de Macri en Fleg Trading, la empresa offshore radicada en Bahamas revelada justamente por los Panamá Papers, ni ninguna de las sociedades radicadas en guaridas fiscales que se conocieron a partir de esa punta.

Macri tampoco incluyó ningún inmueble. Ni el terreno en Tandil de 5.102 metros cuadrados, ni un departamento con cochera de 370 metros cuadrados en Capital, ni tres lotes en Pilar que suman 495.000 metros cuadrados (Macri tiene el 25% de cada uno) y ni un terreno en Uruguay que al inicio de 2015 declaró que tenía 3.300 metros cuadrados y al final 33.000. Un cero de más o de menos en alguna. Lo cierto es que si alquiló, vendió o hizo transacciones con estos inmuebles quedaron fuera del fideicomiso. De hecho, Macri le alquila un departamento a Gustavo Arribas, su amigo y titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Esto incumple el contrato del fideicomiso, ya que el alquiler es una explotación comercial. Según su declaración jurada, Macri no tiene auto, así que tampoco figura ningún vehículo en el fideicomiso.

Quedó afuera del fideicomiso, por decisión de Macri, su participación del 20% de E. Costa SA, valuada en 337.813 pesos. Caso aparte es la omisión de Yacylec, esta última justificada porque se la vendió en febrero de 2016 a Sideco Americana, una de las firmas insignia de su familia. Declaró, eso sí, que tenía el 0,01% de la empresa cuando era del 5,33%, por un valor de 2.593.007 pesos.

Otro ítem que Macri decidió dejar afuera del fideicomiso fueron sus créditos. Entre ellos, los 22 millones que declaró haberle prestado a su amigo y beneficiario de obra pública Nicolás Caputo. En el libro “El otro yo”, que retrata la historia de Caputo como socio y operador secreto de Macri, los periodistas Esteban Rafele y Noelia Barral Grigera reconstruyen los orígenes de esa deuda. Según la versión de Caputo que consta en el libro, se trata de una vieja deuda de 2005 o 2006, previa a la asunción de Macri como Jefe de Gobierno porteño. En su versión, Caputo le pidió prestado el dinero a Macri ya que éste no lo usaba. “Si no la usás, entonces dejame usala a mí para comprar compañías”, contó Caputo que le dijo a su amigo. Los periodistas Rafele y Barral Grigera le preguntaron qué compañías compró. “Es un decir”, contestó Caputo. En su investigación, Rafele y Barral Grigera recorren el crecimiento desmedido de ese préstamo y la investigación judicial sobre esta maniobra. Los periodistas también revelan que “Caputo, Macri y otro ex Cardenal Newman, José Torello, son socios. Comparten la propiedad de un campo en el departamento de Rivadavia, en la provincia de Salta”. Rafele y Barral Grigera muestran la trama de reparto de esas tierras entre Macri y Caputo y descubren que el Presidente declaró menos hectáreas que las que realmente tiene. En el libro consta que según Caputo el campo no produce nada, pero el otro socio, Torello, dice que crían vacas. Como fuera, Macri no incluyó ni su deuda con Caputo ni este emprendimiento en su fideicomiso.

Tampoco figuran los préstamos por 455.000 pesos a Néstor Grindetti, actual intendente de Lanús implicado, como su jefe político, en los Panamá Papers, ni los créditos que tiene con E. Costa SA y su propia empresa Agropecuaria del Guayquiraro.

Respecto al dinero, el contrato de fideicomiso establece que no incluye “los recursos financieros necesarios para abonar sus gastos personales o los que pueda necesitar su familia”. Macri no incluyó 2.350.222 pesos ni los 2.244.045 dólares que tiene en el país ni los 18 millones de pesos o dólares (no lo especificó en su declaración jurada) que tenía en Bahamas. Claramente excede gastos personales y necesidades familiares. Respecto a los fondos de Bahamas, nunca aclaró su origen y, en junio de 2016, anunció que los trajo a la Argentina y los invirtió en bonos. O sea, no los incluyó en el fideicomiso y no se conoce donde están invertidos.

Podes leer el informe completo por acá.

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